Page 40 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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objetivación  de  cualidades  activas  innatas.  Todas  las  cosas  se  conciben  como

  compuestas  por  mónadas  únicas  de  diversas  magnitudes  o  por  la  suma  de  estos
  cuerpos, que pueden existir en forma de sustancias físicas, emocionales, mentales o

  espirituales. Dios es la primera mónada y la más grande; el espíritu humano es una

  mónada  despierta,  en  contraposición  a  los  reinos  inferiores,  regidos  por  fuerzas

  monádicas que están semidormidas.
       A pesar de ser un producto de la escuela de Leibniz y de Wolff, Immanuel Kant,

  como  Locke,  se  dedicó  a  investigar  las  fuerzas  y  los  límites  del  entendimiento

  humano. El resultado fue su filosofía crítica, que abarca la crítica de la razón pura, la

  crítica  de  la  razón  práctica  y  la  crítica  del  juicio.  El  doctor  W.  J.  Durant  sintetiza
  brevemente la filosofía de Kant al afirmar que ha rescatado la mente de la materia.

  Kant concebía la mente como selectora y coordinadora de todas las percepciones, que,

  a su vez, son el resultado de sensaciones que se agrupan en torno a un objeto exterior.
  En  la  clasificación  de  las  sensaciones  y  las  ideas,  la  mente  emplea  determinadas

  categorías:  de  sentido,  tiempo  y  espacio;  de  conocimiento,  calidad,  relación,

  modalidad  y  causa,  y  la  unidad  de  apercepción.  Por  estar  sometidos  a  leyes
  matemáticas, el tiempo y el espacio se consideran bases absolutas y suficientes para el

  pensamiento  exacto.  Según  la  razón  práctica  de  Kant,  mientras  que  la  razón  jamás

  podría comprender la naturaleza del noúmeno, el hecho de la moralidad demuestra la

  existencia de tres postulados necesarios: el libre albedrío, la inmortalidad y Dios. En la
  crítica del juicio, Kant demuestra la unión del noúmeno con el fenómeno en el arte y

  en la evolución biológica. El superintelectualismo alemán es consecuencia de que la

  teoría de Kant haga demasiado hincapié en la supremacía autocrática de la mente con

  respecto a la sensación y el pensamiento. La filosofía de Johann Gottlieb Fichte fue
  una proyección de la de Kant, en la que intentó unir la razón práctica de Kant con su

  razón pura. Según Fichte, lo que uno sabe no es más que el contenido de su propia

  conciencia  y  nada  existe  para  el  que  sabe  hasta  que  pasa  a  formar  parte  de  este
  contenido.  Por  consiguiente,  no  hay  nada  real,  salvo  los  hechos  de  la  propia

  experiencia mental de cada uno.

       Reconociendo  la  necesidad  de  ciertas  realidades  objetivas,  Friedrich  Wilhelm

  Joseph von Schelling, que sucedió a Fichte en la cátedra de Filosofía, en Jena, utilizó
  por  primera  vez  la  doctrina  de  la  identidad  como  base  para  desarrollar  un  sistema

  filosófico  completo.  Mientras  que  para  Fichte  el  ser  era  lo  absoluto,  según  Von

  Schelling el infinito y la mente eterna eran la causa omnipresente. Uno puede captar lo

  absoluto gracias a la intuición intelectual, que, por tratarse de un sentido superior o
  espiritual, se puede disociar tanto del sujeto como del objeto. Para Von Schelling, las
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