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Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo…
–Efesios 4:11-12

Para ser un buen mentor necesita reconocer que la raíz de todo buen entrena-
miento se encuentra en las Escrituras. El mejor ejemplo bíblico de entrenador
es José de Chipre. Posiblemente no lo recuerdes como José sino como Bernabé.
Hechos 4:36 nos dice que José era tan buen entrenador que los apóstoles le pusie-
ron por sobrenombre Bernabé, que quiere decir “hijo de consolación” o “alguien
llamado para ayudar”. Bernabé era un entrenador. Hechos 11 lo describe como
“varón bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe”, y eficiente en el evangelismo.
¿Qué mejor descripción que esta?

Efesios 4:12 nos reta a preparar a los santos para la obra del ministerio.

• SIENDO EJEMPLO
• DISCIPULANDO
1- Enseñanza
2- Formación

• VOLCANDO LA EXPERIENCIA PERSONAL
• PREVINIENDO
1- Anticipándose a la crisis
2- Preparándose para la crisis
• EQUILIBRANDO LO MINISTERIAL CON LO PERSONAL

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