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El evangelismo por medio del bautismo realizado por el pastor. Que también tiene
que ver con el discipulado pero se inicia con el bautismo, cuando la persona toma el
compromiso de seguir a Jesús.

Tenemos el testimonio de Horacio. Él aceptó a Jesús y empezamos a pastorearlo.
Cuando llegó el día del bautismo, tenía conflictos porque no se sentía merecedor. Lle-
gó a mi casa dos horas antes del horario programado de su bautismo, y me manifestó
sus dudas. Pude ayudarlo. Eso fue evangelismo pastoral. Su pareja estaba lista para ser
bautizada, pero él le dijo: “a lo mejor voy a bautizarme, pero no estoy seguro”. Pero,
durante la reunión, Horacio se cambió, salió con su túnica blanca y se bautizó. Pero
antes hubo que ayudarlo en el proceso.

Luego del bautismo viene el entrenamiento para que el nuevo creyente salga a evan-
gelizar. Horacio asiste a las reuniones de oración de la iglesia, viene los miércoles a
las siete de la mañana para orar con nosotros, y trabaja todo el día, pero él asiste al
discipulado. Va a lograr cerrar el círculo cuando salga con nosotros a la calle a evange-
lizar, porque ese es el programa del evangelismo: llega el día en que el nuevo creyente
empieza a discipular a otros.
Los individuos deben ser guiados por todo el péndulo de la evangelización.

Jesús estableció tres principios para la evangelización. Él le dijo a sus discípulos
“venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19). Tomando estas
palabras de Jesús vemos que lo primero es venir, es el comienzo de la evangelización
y la decisión de seguirle. Esto lo vemos a lo largo de las Escrituras donde muchos
individuos fueron alcanzados.

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