Page 282 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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Calia venía a mí cuando sus sueños de lo que era pasado eran demasiado
dolorosos para soportarlo, dijo Saa’ra. Le advertí que debía tener paciencia. Había
cosas que ella debía hacer antes de que sus sueños cesaran, cosas que ella debía
entender. Personas que necesitarían su ayuda.
Y le aseguré de ésta aparentemente extraña verdad: que a veces los regalos más
hermosos e importantes venían envueltos en dolor y sangre.
La verdad de esas palabras golpeó el corazón de Anduin. Esos eran regalos que
nadie jamás quería, que uno haría lo que fuera para que no le fueran otorgados. Pero ellos
eran verdaderamente como Saa’ra dijo: hermosos e importantes.
Ahora no habrá más de esas batallas para ella. Calia Menethil será liberada de
los dolores de los vivos, de las pesadillas que alguna vez rasgaron su corazón.
Ella entendió que aquellos en ese campo eran su gente. Y ella aceptó esa
responsabilidad al dar su vida para tratar de salvarlos. No humanos, como eran cuando
ella era joven, sino renegados, como eran en ese momento.
Luz y oscuridad. Sacerdote renegado y sacerdote humano. Juntos deberán traerla
de vuelta como la Luz y ella misma tendría que ser.
La boca de Anduin estaba seca y él tembló. Miró a Faol, pero el sacerdote
solamente asintió. Se movieron sin palabras junto a Calia, de pie mientras ella flotaba en
el aire, y cada uno tomó una de sus pequeñas y pálidas manos.
Tráiganla de vuelta como la Luz y ella misma tendría que ser, había dicho Saa’ra.
Él no sabría a qué se refería el Naaru con esas palabras, y sospechaba que Faol tampoco.
Pero de alguna forma, él supo, Calia lo sabía.
Anduin sintió la Luz venir a él, cálida y tranquilizadora. Se filtró a través de su
cuerpo, calmando su espíritu y su mente tumultuosa. Era una sensación familiar, y sin
embargo, había algo distinto. Normalmente pel experimentaba el poder de la Luz
fulyendo a través de él como un río. Pero ahora parecía como si un océano entero lo
estuviera usando como contenedor. Anduin sintió un pequeño atisbo de miedo. ¿Sería
capaz de contener y dirigir algo tan poderoso?
Él esperaba sentirse abrumado, estirado hasta su límite, pero la marea de la Luz
que se precipitaba a través de él ahora era una que lo revitalizaba incluso cuando le pedía
estar totalmente presente, que diera todo de sí para la tarea a continuación.
Sí, dijo en su corazón. Lo haré.
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