Page 59 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Ah, —dijo Moira contemplándolo de forma especulativa—. Perdiste a tu
primera amiga, ¿no es así? Lo lamento —Se iluminó un poco—. Pero por lo que escucho,
sus enseñanzas no fueron desperdiciadas. No eres el guerrero que era tu padre, pero no
hay vergüenza en ello y entiendo que tu manejo de la espalda no es tan malo estos días.
Le sonrió de forma irónica.
—Sorprendiendo a todos, sin duda.
—Bueno, tal vez sólo un poco.
Anduin rio.
—Definitivamente no soy el guerrero que era mi Padre. Jamás lo seré. Nadie lo
será —No puedo ser el héroe que eras, había dicho arrodillándose en dónde su padre había
muerto. No puedo ser el rey que fuiste. Se giró hacia ella decidiendo confiar en ella. Pero
te diré algo. Antes de conocer a Aerin, odiaba los entrenamientos con armas. Los evitaba
tanto como me era posible y me volví extremadamente creativo con mis excusas. Pero
después de que ella murió, comencé a entrenar con ganas. Ya no me encogía. Quería
convertirme, si no en un excelso espadachín, al menos en uno bueno. La Luz me bendijo
con otros regalos. Confío en que me ayudará incluso si no tengo ningún arma en mis
manos. Aerin prometió volverme de temperamento de enano y lo hizo.
Moira soltó una carcajada ante eso.
—¡Ese es el mejor término que jamás haya escuchado! Temperamento de enano,
¿eh? Bueno. Eres un buen espécimen, Anduin Wrynn, y estoy orgullosa de que mi gente
haya contribuido a forjar al hombre que eres hora.
—Gracias. Me siento honrado de tener una amistad tan fuerte con los enanos,
todos ellos —dudó—. Todos parecen llevarse bien.
—Somos enanos —dijo haciendo un mohín—. Las palabras se las lleva el viento.
En ocasiones también los tarros de cerveza. Aunque estoy pensando que lo último debe
pasar menos frecuentemente cuando están llenos. Estamos más que agradecidos con tu
regalo.
—Lo puedo ver —cuando Anduin había hecho su entrada formal en Ironforge
unas horas antes, lo habían recibido los Tres Martillos y una guardia de honor. Lo habían
hecho sentir bienvenido en ésta su primera visita como rey gobernante. Y sabía que esa
bienvenida era genuina.
Sin embargo, cuando los diez vagones cargando el regalo de Stormwind llegaron
y la cubierta reveló el primero, sonaron estruendosos aplausos y vítores.
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