Page 61 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 61

Él había estado presente el día que el Rey Magni Bronzebeard realizó ese antiguo
           ritual. Ahora estaba de pie, sin habla, mientras Dagran ascendía ágilmente los escalones

           ante su madre y el visitante gobernante, sorteando traslúcidos pedazos de tono azul que
           alguna vez formaron la carcasa de diamantina del rey diamante. El niño fue directamente

           por un pergamino que había sido puesto a resguardo detrás de un cristal y comenzó a leer
           en voz alta. Los vellos en la nuca de Anduin se erizaron mientras escuchaba nuevamente
           las palabras que habían sido dichas por el Consejero Belgrum, ahora pronunciadas en los
           tonos agudos del nieto de Magni.


                    —”Y aquí están los porqués y los cómos, para convertirse de nuevo uno con la

           montaña. Por contemplación somos terráqueos, pues la tierra y sus almas son nuestras, su
           dolor es nuestro, sus latidos son nuestros. Cantamos su canción y lloramos su belleza.
           ¿Pues quién no querría volver a casa? Ese es el por qué, oh niños de la tierra” —Dagran

           alzó la mirada—. ¿Debería continuar?

                    —No, dulce niño —dijo Moira.


                    Anduin se agachó y recogió uno de los fragmentos.


                    —Fue algo horrible de presenciar —dijo con tranquilidad girando el pedazo de
           diamante en sus manos—. Pasó tan rápido y fue tan contundente. Creí que había muerto.


                    —¿Y  por  qué  no  lo  harías?  —dijo  Moira—.  Incluso  nosotros  los  enanos  lo
           pensamos.


                    —Debió haber sido una enorme sorpresa cuando despertó.


                    —Esa frase —dijo Moira—, ni siquiera comienza a capturarlo. Todo lo que puedo
           decir es que es muy bueno que los corazones de los enanos sean casi tan fuertes como una

           roca.


                    Anduin dudó.

                    —Me alegro tanto. No solamente por mí y mi amistad con él, sino por ti. Hubo

           un tiempo en el que creí que mi padre y yo jamás seríamos una verdadera familia, pero lo
           fuimos.


                    Moira se quedó en silencio un momento. Su alegre e inteligente hijo se distraía
           con otro tomo antiguo, sus ojos verdes escaneando las antiguas palabras. Cuando ella
           habló, agravó la voz.


                    —Es más por ese niño que por mí, que eso me gustaría —dijo—. Es… mucho
           para deshacer, Anduin. Pero dijo que quería intentarlo.






                                                           60
   56   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66