Page 94 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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CAPÍTULO DOCE
THUNDER BLUFF
Sylvanas Windrunner se reclinó en una piel curtida en el gran tipi en el Alto de
los Espíritus. Nathanos se sentó junto a ella. Él parecía incómodo por sentarse con las
piernas cruzadas en el suelo, pero si a ella no le permitían sentarse en una silla o quedarse
de pie, tampoco lo dejaría a él. Un mago elfo de sangre, Arandis Sunfire, la había
acompañado también para que pudiera retirarse rápidamente si las cosas se volvían muy
aburridas o si una emergencia requería su atención. Estaba parado firmemente a la
izquierda de la pareja, con un semblante como si deseara estar en cualquier lugar excepto
ahí. A la derecha de Sylvanas una de sus forestales, Cyndia, cuya perfecta quietud hacía
ver la rigidez de Arandis intensa.
Sylvanas se inclinó hacia Nathanos y murmuró en su oreja.
—Estoy tan cansada de tambores —para ella, era el sonido unificador de la
“antigua Horda”. Los orcos, los trolls y los tauren, por supuesto, parecían estar más que
dispuestos a golpear felizmente los tambores a cualquier hora. Ahora, al menos, no era el
golpe seco de los tambores de guerra de los orcos, sino el tamborileo suave y firme
mientras el Archidruida Hamuul Runetotem hablaba sobre la “tragedia de Silithus”.
En lo que a Sylvanas respectaba, lo que había sucedido no era realmente tan
trágico. En su opinión, un titán loco insertando una espada en el mundo había sido un
regalo. Estaba manteniendo el descubrimiento de Gallywix en secreto hasta que estuviera
segura de cómo podría utilizar propiamente ese material tan particular para beneficio de
la Horda. Gallywix le había dicho que tenía “a gente trabajando en eso también”.
También, ¿qué había en Silithus, realmente, sino insectos gigantes y cultores
Crepusculares, sin lo que el mundo estaba mucho mejor? Pero los tauren en particular,
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