Page 19 - SAN FERNANDO DE OCCIDENTE. ELEMENTOS DE SU TRADICIÓN
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LAS CRECIENTES DEL RÍO Y SUS ESTRAGOS
Las inclementes crecientes del río Magdalena ocasionaron y siguen
ocasionando estragos en la población. Se pierden las cosechas, se mueren
los animales y se destruyen las casas y las calles.
Todavía se escuchan los comentarios de las crecientes que se dieron a lo
largo del siglo XX. Los viejos comentan que durante los meses de octubre y
noviembre de 1916 se produjo la creciente más grande del río Magdalena,
dicen que no quedó tierra afuera. Mucha gente salió del pueblo y se ubicó en
las tierras altas del Departamento del Magdalena.
En el año de 1933 también se dio una creciente brava pero está fue para el
mes de mayo.
Las crecientes de 1970 y 1975 en octubre y noviembre no dejaron tampoco
tierras afuera, el pueblo quedó completamente incomunicado por vía
terrestre y frente a la casa de los Pérez Rangel y Belarmino Aconcha el río en
su embate abrió caudalosos chorros.
Las experiencias dejadas por estas crecientes orientaron a los alcaldes del
entonces a levantar la calle con bastante balasto. En 1982 para los meses de
marzo y julio el río se creció y solo anegó una parte del Barrio Abajo.
En el año de 1999 en los meses de octubre, noviembre, diciembre y
principios de enero del 2000, el río se creció tanto o igual a las crecientes del
16, 70, 75. Se hundió todo el pueblo claro, pero ya no hubo chorros como
antes.
EL COMERCIO POR EL RIO MAGDALENA
Entre 1930 y 1960 el comercio del país se hacía a través del río Magdalena.
Grandes buques de vapor y luego las navieras viajaban constantemente
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