Page 23 - SAN FERNANDO DE OCCIDENTE. ELEMENTOS DE SU TRADICIÓN
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Para fabricar las velas de cebo, se ponía a sofreír el cebo de res picado y
limpio, en calderos grandes hasta derretirse, luego se mojaban en diferentes
sesiones y días, unos pabilos de algodón prefabricados, hasta completar un
grosor adecuado.
Tanto el jabón de monte como las velas de cebo, eran comercializados en la
población y Mompox, la demanda del primero se debía a la limpieza y
suavidad que dejaba en la piel de las personas, después de la utilización en
el baño, así como también, evitar la caspa o seborrea del cabello. Las velas
de cebo tenían y aún tienen, un uso medicinal, para desinflamar golpes y
magulladuras mediante sobos, al igual que en las apretazones y pechugueras
ocasionadas por el asma, el ahogo y la gripa, como un gran
descongestionante nasal y bronquial.
Actualmente la señora Felisa Pérez de Silva, ha continuado con la producción
artesanal del jabón y las velas de cebo, a mediana escala y a pedido
personal, constituyéndose estos dos productos, en un patrimonio de la
tradición fernandina, que no se debe perder.
También hubo en la población una fábrica de “jarabe de totumo”, producto
artesanal elaborado con procedimientos químicos del fruto del totumo,
azúcar y otros componentes, de conocimiento y manejo del señor Manuel
Herrera, quien debido a la edad y a algunas limitaciones visuales, se ha visto
obligado a suspender la producción de este producto, que representaba una
cura efectiva para el tratamiento de gripes y catarros crónicos, por sus
efectos broncodilatador.
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