Page 15 - Brugger Karl Crnica de Akakor
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Blancos Bárbaros, de modo que decidimos abandonar Akakor. Mi pueblo ha huido
al interior de las residencias subterráneas, el último regalo de los Dioses. Tenemos
trece ciudades, profundamente ocultas en el interior de las montañas llamadas los
Andes. Su plan corresponde al de la constelación de Schwerta, el hogar de los
Padres Antiguos. En el centro se sitúa Akakor inferior. La ciudad está edificada
sobre una cueva gigantesca hecha por el hombre. Las casas, dispuestas en círculo
y rodeadas por una muralla meramente decorativa, flanquean el Gran Templo del
Sol, que se destaca en el centro. Al igual que Akakor superior, la ciudad queda
dividida por dos calles que se cruzan, correspondiendo a las cuatro esquinas de la
Tierra y a los cuatro lados del Universo. Todos los caminos corren paralelos a
aquellas. El edificio más importante es el Gran Templo del Sol, cuyas torres
sobresalen por encima de las residencias de los sacerdotes y sus servidores, del
palacio del príncipe, de los alojamientos de los guerreros y de las modestas casas
del pueblo. En el interior del templo hay doce entradas a los túneles que unen
Akakor inferior con otras ciudades subterráneas. Éstos tienen las paredes
inclinadas y un techo plano. Los túneles son lo suficientemente grandes como para
que cinco hombres puedan caminar erectos. Son necesarios varios días para
llegar a cualquiera de estas ciudades desde Akakor.
^quema de las 13 residencias subterráneas (su plan corresponde al de
la constelación de Schwerta, el hogar de los Dioses)
1) Akakor 2) Sikon 3) Tat 4) Aman 5) Kos 6) Songa 7) Mu 8) Tanum
9) Gudi 10) Boda 11) Riño 12) Kish 13) Budu
Doce de las ciudades —Akakor, Budu, Kish, Boda, Gudi, Tanum, Sanga, Riño,
Kos, Aman, Tal y Sikon— están iluminadas artificialmente. La luz cambia según la
posición del sol. Solamente Mu, la decimotercera y la más pequeña de las
ciudades, tiene unas chimeneas que llegan hasta la superficie. Un enorme espejo
de plata dispersa la luz del sol sobre el conjunto de la ciudad. Todas las ciudades
subterráneas están recorridas por canales que traen el agua desde las montañas.
Pequeños tributarios abastecen a las construcciones y casas individuales. Las
entradas desde la superficie están cuidadosamente camufladas. En casos de
emergencia, las residencias subterráneas pueden aislarse del exterior mediante