Page 118 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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       atlántica)  cierto hombre, o caudillo, apareció en el país de Ta-
       huantinsuyo, al Sur del Cuzco.
           ”Este hombre era tan poderoso que dividió el mundo en cua-
       tro partes  y  las dió a cuatro hombres o reyes, el primero de los
       cuales se llamó Manco Capac.”
           Cristóbal de Molina, que residió en  el* Cuzco entre 1570 y
       1584, en calidad de cura del Hospital de Indios, escribe en su
                               ritos de los indios
       Relación de las fábulas y
           “Tuvieron los indios noción del diluvio (léase de las catás-
       trofes que asolaron la costa oriental del continente, bañada por el
       Atlántico)  , y  dicen que perecieron en él todo la gente  y  todos los
       seres creados, en cuanto el agua se elevó por encima de las más
       altas montañas del mundo.
           ”Ningún ser sobrevivió en aquella inmensa catástrofe, a ex-
       cepción de un hombre (el Ccari o varón de las leyendas recogidas
       por Cieza)  y  una mujer, los cuales se quedaron en una caja, y
       cuando bajaron las aguas el viento los condujo a Tiahuanaco, que
       está a más de sesenta leguas del Cuzco.
           ”Allí, en Tiahuanaco, el creador (esto es el gran caudillo pro-
       tocollagua) empezó a levantar las gentes  y  naciones que están en
       aquella isla.
           ”Dicen que el creador estarba en Tiahuanaco  y  que ésta fué
       su principal residencia.
           ”Dicen que había obscuridad   (o como quien dice falta de
       civilización  y  de creencias)  y que allí formó el sol, la luna  y  las
               ”
       estrellas.
           José de Acosta, jesuíta,, que residió en  el Perú de 1569 a
       1589, escribe:
           “Sea lo que fuese, los indios dicen que en este diluvio toda la
       gente se ahogó;  y  relatan que de la laguna de Titicaca salió un
       Viracocha que fijó su residencia en Tiahuanaco.”
           No cansaremos al lector citando a Antonio de Herrera, autor
       de una Historia General de los Hechos de los Castellanos en las
       Islas y  Tierra Firme del Mar Océano, publicada en 1601 y 1615,
       a Gregorio García, autor de un Origen de los Indios, a Fray Je-
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