Page 146 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
P. 146

,

         142                 R. CÜNEO- VIDAL

      la comunidad, como que representó, en substancia, la sangre de la
      primitiva madre  y  la de la primitiva hermana mayor.
          Se suele decir que el aillo andino fué el equivalente del gens
      latino, del clan escocés  y  del mir eslavo, con los cuales, en verdad,
      tuvo cierta semejanza, más aparente que real.
          Lo que verdaderamente constituyó la originalidad del aillo
      andino consistió en que lo que para la familia aria, punto de par-
      tida de la familia asiática  y  europea, fué el individuo en posesión
      de una 'personalidad determinada  y  llamado a ejercer una suma de
      deberes  y de derechos individuales, lo fué, para la collagua,  y
      sucesivamente para la quechua, el aillo, dueño de una personali-
      dad de conjunto, dentro de la cual desapareció la personalidad
      limitada del individuo, como tal individuo.
          En este sentido,  el individuo de las colectividades andinas
      antiguas  y  modernas, no poseyó derechos, ni estuvo sometido a
      deberes de carácter individual, ni revistió, si hemos de decirlo en
      menos palabras, una personalidad determinada.
          Fué el aillo el que poseyó derechos, ejerció deberes,  y  revistió
      una personalidad conjunta.
          Es éste un punto de la sociología andina cuyo conocimiento
      es por demás importante.
          Se ha creído que dentro del marco del llamado comunismo
      peruano no existió la propiedad tal cual nosotros la concebimos
      dentro del marco de la sociedad a que pertenecemos, mas cabe
      decir que si bien entre los antiguos peruanos no existió la propie-
      dad individual, cual entre nosotros acontece, existió, positivamen-
      te, la aillal, o sea la colectiva, cimentada en las más antiguas tradi-
      ciones de la raza  propiedad que el mismo Inca no habría podido
                      ;
      cercenar en tiempo alguno.
          Una colmena, dentro de la cual no cabe concebir la propiedad
      individual de las síngulas abejas que la componen, mas sí la co-
      lectiva del enjambre, es una perfecta imagen del fenómeno eco-
      nómico social relacionado con el aillo andino  y  con la propiedad
      colectiva aillal que venimos enunciando.
   141   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151