Page 68 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
P. 68

G4                   R. CÚNEO - VIDAL

          Parece ser que así en América como en Asia,  el animal sa-
      grado, llámesele león, serpiente, cocodrilo, toro, tortuga o dragón,
      tuvo por misión guardar la entrada de los templos en que se
      guardaron la momia tutelar, el ídolo,  el fetiche, o el símbolo de
      un culto determinado.
          Se podría afirmar, según  esto, que en  el antiguo Perú no
      se conoció un culto consagrado propiamente a un animal vivo de-
      terminado,  y  que en el culto en sí no se desprendió de la momia
      tutelar, o del símbolo del cual fué guardián el animal sagrado.
          Entre los Protoeollaguas,  el animal sagrado fué, según aca-
      bamos de decir, el puma, del cual hubo soberbios ejemplares en
      la selva puesta al alcance de Tiahuanaco.
          Pomata, nombre de uno de los pueblos de conceptos de las
      orillas del lago de Titicaca, en que el Profesor Posnansky cree
      ver una forma de Puma-Uta, o sea de “casa de león”, responde,
      según nuestro entender,  al concepto de que sus  aillos solieron
      proporcionar domadores del león al culto de los Muertos Sentados
      de Tiahuanaco.
          Queda en pie,  si bien lastimosamente mutilado,  el costado
      oriental del que hemos llamado hipogeo de los Muertos Sentados
      de Tiahuanaco.
          Se acostumbra decir que la teoría ideal de una construcción
      es la nave invertida, cuya cúspide remeda una quilla.
          La del hipogeo de Puma Punco nos ha parecido responder
      a un concepto opuesto.
          Su plataforma, en cuya construcción vemos empleados blo-
      ques de cinco metros de largo por dos de ancho  y  tres de espesor,
      nos ha parecido remedar el casco de una nave firmemente empo-
      trada en el terreno.
          La yuxtaposición de los tales bloques es cosa tan perfecta,
      que costaría trabajo introducir entre uno  y  otro  el filo de un
      cuchillo.
          Antójásenos que se logró tamaña perfección empleando   li-
      gaduras de cuero de lobo marino, que fueron materia de tributo
      por parte de las comunidades costeñas, al Estado andino.
   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73