Page 79 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN PERUANA 75
El sigoo «Sol poniente» y «Sol naciente».
zan guiadas por los mallcos de rostro aguileño, representa en for-
ma alegórica la canoa, provista de popa y de proa, así como de
un palo a que se enrolla una cuerda, de que se valió la horda
para remontar los ríos que obstruyeron su camino; embarcacio-
nes que fué de necesidad llevar a cuestas en determinados para-
jes, cual ocurre en nuestros días en la selva peruana, boliviana y
brasileña, tratándose de salvar rápidos y cachuelas.
La presente interpretación objetiva resultará comprensible
a los que no ignoren que las primitivas razas andinas no fueron
originarias del suelo en que se manifestó su cultura.
Ignórese o desestímese este antecedente, el arte de Kalasa-
saya y cuanto contuvo Tiahuanaco resultarán inexplicable enigma.
Para D’Orbigny, la figura central del friso del arco de Kala-
sasaya representa un soberano todopoderoso, cuyos dos cetros
simbolizan su doble poder civil y sacerdotal, y las cuarenta y
ocho figuras menores, igual número de soberanos menores que ante
él se humillan, ostentando cada cual un solo cetro, para denotar
su autoridad limitada.
Las treinta y seis de rostro humano representan a las na-
ciones civilizadas y las doce de rostro aguileño a las salvajes.
Mitre, en su Ruinas de Tiahuanaco, rechaza esta interpreta-
ción por considerarla colocada fuera de los términos del problema
que se trata de resolver.
Según él, está en pugna con el significado elemental de
la composición, que el mismo D’Orbigny le reconoce en otra par-
te de su obra.