Page 104 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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ARMA ECONOMICA


              MAS BAJAS QUE EN       Después de haber superado una gra-
              UNA LARGA GUERRA       ve crisis en el frente de guerra de la
              URSS,  Hitler habló ante un grupo de oficiales llegados de
              ese frente,  con licencia, y de cadetes que estaban próxi-
              mos a incorporarse al activo. La lucha contra la URSS ha-
              bía causado ya  más de setecientas mil  bajas, además de
              las sufridas en las campañas de Polonia, Noruega, Holan-
              da, Bélgica, Francia, Yugoslavia, Creta y Africa.  Estas pér-
              didas se hallaban en la mente de todos.  (15,  II,42).
                 Hitler hizo entonces hincapié en que -desde 1918 hasta
              1933- Alemania había emprendido el peor de los caminos
              al establecer métodos anticonceptivos. "En ese lapso -dijo-
                    nacieron, como mínimo, 5 millones de alemanes me-
                    nos de los que hubieran tenido que nacer en circuns-
                    tancias normales, por modestas que fueran. Sólo en
                    los pocos años de economía nacionalsocialista han
                    nacido hasta 1939 dos millones de niños más de los
                    que habrían nacido sin  este camino en  la  historia
                    alemana  ...
                       "No olvidemos una cosa: que el pueblo alemán, en
                    cuatrocientos años escasos, ha perdido en sus gue-
                    rras unos 24 millones de personas, y ello en el mismo
                    período de tiempo en que Inglaterra, con apenas un
                    1 O% de estas pérdidas, conseguía someter a una cuar-
                    ta parte de la tierra" ...
                 Luego les recordó a los oficiales que la división creada
              por el pluripartidismo precipitó a Alemania en la derrota
              de 1918, y lo relató así: "La bandera alemana se fue incli-
                    nando en la misma medida en que se alzaban las ban-
                    deras de  los  partidos,  hasta que  de  pronto llegó  el
                    momento en que unos decían: 'la guerra no nos inte-
                    resa', '¿qué nos importa el futuro?  'Nosotros somos
                    socialistas internacionalistas, somos marxistas,  so-
                    mos comunistas, somos socialistas independientes'.
                    Y los otros decían a su vez: 'nosotros somos burgue-
                    ses,  somos demócratas,  somos liberales'.  Y así  se
                    deshace este pueblo.
                       "Cuando la espada se divide en innumerables da-
                    gas, entonces fácilmente  puede surgir el  peligro de

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