Page 42 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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ARMA ECONOMICA

                 aparente auge en Chile. Milton Friedman visitó el país y
                 dijo que ahí se protagonizaba "un milagro económico".
                       Posteriormente agregó: "Si yo hubiera dirigido los
                       asuntos  chilenos  desde  mi  oficina  en  Chicago,
                       como lo quiere la leyenda, tendría ciertamente por
                       qué sentirme orgulloso".  (Se refería a la situación
                       de  1980).
                    Pero el milagro no duró mucho. La libre importación
                 arruinó a la industria chilena, la cual empezó a reducir
                 producción y personal, hasta llegar en muchos casos a
                 la  quiebra.  En  1980  quebraron  350  empresas;  432  en
                 1981, y 900 en 1982. Entonces Pinochet impuso arance-
                 les del 20% a las importaciones -coartando así en parte
                 la libre importación-, pero ya era demasiado tarde. Cun-
                 día el desempleo por todas partes.
                    La Reforma Agraria (establecida por Allende) fue de-
                 rogada por Pinochet. Pero como regía la libertad de im-
                 portar -según el liberalismo-la competencia del extran-
                 jero fue  dañina para la agricultura chilena, igual que lo
                 era para la  industria.  La  crisis se presentó simultánea-
                 mente en las ciudades y en el campo.
                    Cuando  eso  empezó  a  ser  claramente percibido,  a
                 mediados de 1981, los economistas liberales dijeron que
                 sólo era un efecto pasajero, pero que el mercado se ajus-
                 taría por sí mismo, según lo dice el dogma liberal.
                    Pero la economía siguió deteriorándose, de tal mane-
                 ra  que se llegó  al  incumplimiento del  pago  de  dos  mil
                 millones de dólares por parte de cierta empresa privada.
                    Eso, aparentemente, no le afectaba al gobierno, pero
                 resulta  que  la  Cúpula  Financiera,  con base en  Nueva
                 York, se negó a asumir pérdidas de los créditos que ha-
                 bía otorgado. De esto hacía responsable al gobierno de
                 Pinochet,  o sea, lo  convertía forzadamente  en aval.  Si
                 Pinochet no asumía esa responsabilidad, Chile sería hun-
                 dido en un boicot económico como país insolvente y frau-
                 dulento.
                    De ese modo Pinochet se vio obligado a intervenir en
                 las finanzas.  Descubrió entonces, según dijo, que "Vial



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