Page 27 - pasaporte a magonia jacques vallee
P. 27

26   JACQUES VALLEE     PASAPORTE  A  MAGONIA                 27


 Ofrece  para  nosotros  un  interés  especial  el  hecho  de  que  estos  evitar  que  el  calor  del  verano  lo  descompusiese,  y  así  fue  pre-
 informes  sobre  objetos  celestiales  se  hallen  vinculados  con  ale-  sentado  a  Antíoco,  para  que  el  emperador  pudiese  verlo. 9
 gatos  de  contacto  con  seres  extraños,  situación  paralela  a  la  que
 ofrecen  los  actuales  aterrizajes  de  OVNIS.  En  este  relato  nos  enfrentamos  de  nuevo  con  un  texto  cuya
 Como  estos  rumores  llegaron  a  preocupar  a  muchas  jerarquías  veracidad  no  vale  la  pena  poner  en  duda:  las  vidas  de  los  santos
 de  la  Iglesia,  tal  vez  valga  la  pena  empezar  citando  unos  párrafos  primitivos  abundan  en  pasmosos  milagros  que  deben  considerarse
 de  la  vida  de  san  Antonio,  el  asceta  egipcio,  fundador  del  espíri-  más  bien  como  figuras  literarias  que  como  observaciones  cientí-
 tu  monástico,  que  floreció  en  el  siglo  III.  Cuando  se  hallaba  ha-  ficas.  Lo  importante  es  que  numerosos  textos  religiosos  funda-
 ciendo  penitencia  en  el  desierto,  san  Antonio  se  encontró  con  un  mentales  contienen  material  de  este tipo,  lo  cual  da, por así  decir,
 extraño  ser  de  pequeña  estatura,  que  huyó  después  de  sostener  títulos  de  nobleza  a  toda  una  categoría  de  seres  comúnmente
 una  breve  conversación  con él:   considerados  como  de  origen  sobrenatural.  Observaciones  como
    la  de  san  Antonio  resultan  fundamentales  cuando  las  autoridades
    religiosas  se  enfrentan  con  el  problema  de  evaluar  observaciones
 Al poco tiempo, en un pequeño valle rocoso cerrado por todos   medievales  de  seres  bajados  del  cielo,  las  afirmaciones  de  los  que
 lados,  vio  a  un  enano  de  hocico  en  forma  de  bocina,  cuernos  en  pretenden  haber  invocado  a  los  demonios  por  medios  ocultos,  e
 la  frente y  miembros  como  patas  de  cabra.  Al  verlo,  Antonio,  a  incluso  los  milagros  modernos.
 fuer de buen soldado, embrazó  la rodela  de  la  fe y se tocó con el   Los  detalles  y  la  terminología  de  observaciones  como  la  de
 yelmo de la esperanza:  sin embargo, la criatura le ofreció el fruto   san  Antonio  no  son  importantes  para  este  estudio.  Bástenos  con
 de  la  palmera para  mantenerlo  en  su  viaje  y  como  si  viniera  en
 son de paz. Al ver esto, Antonio se detuvo y le preguntó quién era.   observar  que  en  el  relato  de  san  Antonio  el  extraño  ser  recibe
 He aquí la respuesta  que  recibió:  indistintamente  el  nombre  de  sátiro  y  el  de  enano,  mientras  el
 «Soy  un  ser  mortal  y  uno  de  los  habitantes  del  desierto  al  propio  santo  afirma  que  los  gentiles  también  emplean  los  nom-
 que  los  gentiles  rindieron  culto  bajo  varias  formas  engañosas,  bres  de  fauno  e  íncubo.  San  Jerónimo  menciona  a  un  «hombre
 con  los  nombres  de  faunos,  sátiros  e  íncubos.  He  sido  enviado  de  esta  especie».  Durante  todo  nuestro  estudio  de  estas  leyendas
 como  representante  de  mi  tribu.  Venimos  a  suplicarte  que pidas   encontraremos  la  misma  confusión.  En  el  relato  que  acabamos
 a  tu  Señor  que  nos  dispense  sus  favores,  pues  también  es  nues-  de  citar,  sin  embargo,  por  lo  menos  está  claro  para  san  Antonio
 tro  Señor  que,  según  hemos  sabido,  vino  una  vez  para  salvar  al  que  no  se  trata  de  un  ángel  ni  de  un  demonio.  Si  el  pequeño
 mundo,  y  cuya  voz  resuena  en  toda  la  Tierra.»  ser  lo  hubiese  sido,  él  lo  hubiera  reconocido  inmediatamente.
 Al  oír  estas  palabras,  las  lágrimas  bañaron  las  mejillas  del  En un tratado  indio  de astronomía  primitiva,  el  Suria  Siddhan-
 anciano  viajero,  que  mostró  así  cuan  profundamente  conmovido  ta,  que  tiene  veinte  siglos  de  antigüedad,  se  dice  que  «Bajo  la
 se  hallaba,  hasta  el  punto  de  derramar  lágrimas  de  alegría.  Se
 regocijó  por  la  Gloria  de  Cristo  y  la  destrucción  de  Satanás,  Luna  y  sobre  las  nubes  giran  los  siddhas  (hombres  perfectos)  y
 maravillándose  al  propio  tiempo  de  que  pudiese  entender  el  los  vidyaharas  (poseedores  del  conocimiento)».  Según  Andrew
 lenguaje  del  sátiro.  Golpeando  el  suelo  con  su  bastón,  exclamó  Tomas,  las  tradiciones  indias  afirman  que  los  siddhas  podían  ser
 entonces:   «muy  pesados  a  voluntad  o  ligeros  como  una  pluma,  viajar  por
 «¡Ay  de  ti,  Alejandría,  que  en  vez  de  Dios  has  adorado  a  el  espacio  y hacerse  invisibles». 10
 monstruos!  ¡Ay  de  ti,  ciudad  ramera,  en  la  que  han  confluido  Se  encuentran  también  observaciones  de  seres  que  vuelan  por
 los  demonios  del  mundo  entero!  ¿Qué  dirás  ahora?  Las  bestias  el cielo y aterrizan  en  los escritos  de Agobardo, arzobispo  de  Lyon.
 hablan  de  Cristo,  pero  tú,  en  vez  de  adorar  a  Dios,  idolatras  a  Agobardo, nacido  en  España en  el  año  779, pero que vivió en Fran-
 monstruos.»   cia  desde  los  tres  años  de  edad,  fue  elegido  arzobispo  al  cumplir
 Apenas  había  terminado  de  hablar  cuando  la  salvaje  criatu-
 ra  huyó  cual  si  se  hallase  dotada  de  alas.  treinta  y  siete  años.  Cuando  murió,  en  840,  convertido  en  «uno
 Que  nadie  sienta  escrúpulos  en  creer  este  incidente;  su  vera-  de  los  más  célebres  y  sabios  prelados  del  siglo  IX»,  nos  dejó  un
 cidad  se  halla  refrendada por  lo  que  ocurrió  cuando  Constantino  interesante  relato  de  un  incidente  extrañamente  significativo:
 ocupaba  el  trono,  hecho  del  que  todo  el  mundo  fue  testigo.  Pues
 tenéis  que  saber  que  un  hombre  de  esa  especie  fue  llevado  vivo  Pero  hemos  visto  y  oído  a  muchos  hombres  sumidos  en  tan
 a  Alejandría,  para  ser  exhibido  ante  los  maravillados  ojos  del  gran  estupidez,  hundidos  en  tan  profunda  locura,  hasta  el  pun-
 pueblo.  Cuando  murió,  se  embalsamó  su  cuerpo  con  sal,  para  to  de  creer  que  existe  cierta  región,  llamada  por  ellos  Magonia,
   22   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32