Page 20 - Mitos de los 6 millones
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una «Oficina Central de Emigración para los judios», mientras por otra parte ordenaba al
Jefe de los Servicios de Seguridad del Reich, Reinhardt Heydrich que solucionara el
problema judío por los medios de «la evacuación y la emigración». El «Plan Madagascar»
continuaba siendo patrocinado por el gobierno alemán, pues se esperaba llegar a convencer
al Presidente francés, Daladier, para que diera su anuencia.
Estalla la segunda guerra mundial
El 2 de Enero de 1938, el «Sunday Chronicle» de Londres publicaba un artículo
titulado:. «Judea declara la guerra a Alemania», en el que, entre otras cosas, se
decía:
«El judío se encuentra ante una de las crisis más graves de su historia. En Polonia,
Rumania, Austria, Alemania, se halla de espaldas a la pared. Pero ya se prepara a devolver
golpe por golpe. Esta semana, los líderes del judaísmo internacional se reunen en un pueblecito
cerca de Ginebra para preparar.una contraofensiva. Un frente unido, compuesto de todas las
secciones de los partidos judíos se ha formado, para demostrar a los pueblos antisemitas de
Europa que el judío insiste en conservar sus derechos.
«Los grandes financieros internacionales judíos han contribuído con una cantidad que
se aproxima a los quinientos millones de libras esterlinas. Esa suma fabulosa será utilizada en la
lucha contra los estados persecutores. Un boycot contra la exportación europea causará
ciertamente el colapso de esos estados antisemitas».
Precisemos que el «Sunday Chronicle»no era, precisamente, un periódico
antijudío. Y hagamos notar que, a consecuencia del boycot exterior, el gobierno de
Octavian Goga, debía dimitir y dar paso a Otro más tolerante con su importante minoría
israelita. También en Polonia se producían notables cambios gubernamentales
substituyendose a los ministros más partidarios de un entendimiento con Alemania por
otros que se negaban a cualquier clase de negociación que modificara el statu quo en Danzig.
El 3 de Junio de 1938, el muy influyente «The American Hebrew», portavoz del judaísmo
norteamericano escribía, en un editorial que causó sensación y fué reproducido en el mundo
entero:
«Las fuerzas de la reacción contra Hitler estan siendo movilizadas. Una alianza entre
Inglaterra, Francia y Rusia derrotará, más pronto o más tarde, a Hitler. Ya sea por accidente,
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ya por designio, un judío ha llegado a la posición de la máxima influencia en cada uno de esos
países... Leon Blum es un prominente judío con el que hay que contar. El puede ser el Moisés
que conduzca a nuestro lado a la nación francesa. ¿Y Litvinoff?. El gran judío que se sienta al
lado de Stalin, inteligente, culto, capaz, promotór del pacto francoruso, gran amigo del
Presidente Roosevelt; él (Litvinoff) ha logrado lo que parecía increíble en los anales de la
diplomacia: mantener a la Inglaterra conservadora en los términos más amigables con los rojos
de Rusia. ¿Y Hora Belisha?. Suave, listo, inteligente, ambicioso y competente... su estrella sube
sin cesar,..
«Esos tres grandes hijos de Israel anudarán la alianza que, pronto, enviará al frenético
dictador, el más grande enemigo de los judíos en los tiempos modernos, al infierno al que él
quiere enviar a los nuestros.
«Es cierto que esas tres naciones, relacionadas por numerosos acuerdos y en un
estado de alianza virtual aunque no declarada, se opondrán a la proyectada marcha hitieriana
hacia el Este y le destruiran (a Hitler).
«Y cuando el humo de la batalla se disipe, podrá contemplarse una curiosa escena,
representando al hombre que quiso imitar a Dios, el Cristo de la Swastika, sepultado en un
agujero, mientras un trío de no-arios entona un extraño requiem que recucida, a la vez, a «La
Marsellesa», al «Dios Salve al Rey» y a la «Internacional», terminando con un agresivo ¡Elí,
EIi
EIi !».
Las presiones del muy influyente «lobby» israelita consiguieron que el gobierno
norteamericano aumentara. las tarifas aduaneras contra las mercancías alemanas, en señal de
1 Subrayado por el Autor.
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