Page 15 - Egipto TOMO 2
P. 15
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO —
8
desenvolvimiento las repetidas lecciones que le ofreció el divan de su padre adoptivo. Con
el propósito de aumentar sus rentas, emprendió diferentes negocios sobre tabacos,
siendo de advertir que el tabaco constituía el producto más importante del patrimonio que le
trajo en dote su primera esposa, — debiéndose á dicha circunstancia el que varios de sus
biógrafos le hayan llamado «el antiguo comerciante de tabaco.» En 1799 pasó á Egipto con el
cuerpo de tropas levantado por el amigo que le sirviera de padre, y que bajo el mando del
hijo, que contaba entonces veintinueve años, iba á engrosar las fuerzas destinadas á luchar
contra el ejército francés. En el campo de batalla fué donde se encontró por vez primera con
los que, andando el tiempo, debían ser sus mejores amigos, y que con ser entonces adversa-
rios, no pudieron ménos que hacer justicia á su arrojo, decisión y altas dotes militares á que
debió la rápida carrera que hizo hasta llegar á coronel ó biu-baslii. Recibido con gran aprecio
v distinción por Khósrew-bajá, nuevo gobernador enviado por la Puerta, del cual había de
ser, á la vuelta de breve tiempo, temible rival, y protegido por el almirante de la escuadra
convencióse de la imposibilidad
turca, comprendió inmediatamente la debilidad de su señor, y
que existia para sostener durante más tiempo la situación política de Egipto, sometido nueva-
mente á la dominación de los beyes. En vista de ello trazó desde luego su plan, y dispuesto
á llevarlo á ejecución, comenzó por formarse un partido con lo más escogido de las fuerzas
turcas, que licenciara el avaro Khosrew-bajá, partido con el cual contaba para llevar á
ejecución sus ambiciosos proyectos, y con el nombramiento de jefe superior de toda la policía
del país, que habia merecido á su jefe inmediato. Dueño ya de tan elevado cargo, puso su
influencia al servicio de los diferentes partidos, secundando hoy á los empleados de la Puerta,
sirviendo mañana á los beyes mamelucos, que después de la evacuación del Egipto por las
tropas francesas, se habían entregado de nuevo á las vejaciones que impusieran á los pueblos,
atentos solamente á satisfacer su codicia y sus instintos de rapacidad. Nada omitió para
utilizar en provecho propio el poder de los unos y de los otros, hasta el dia en que logró
apoderarse del gobierno supremo del Egipto inferior, comenzando por desembarazarse de
Khosrew y de cuantos rivales le estorbaban, y haciéndose proclamar bajá por los cairotas que
se hallaban reducidos al último extremo, á consecuencia de las exacciones de los mamelucos y
de las depredaciones llevadas á cabo por las tropas turcas que licenciadas y sin sueldo tenian
que entregarse al pillaje. En semejante situación establecióse en la ciudadela, desde donde
alcanzó de la Puerta el nombramiento de gobernador, y más tarde el de príncipe hereditario.
Después de haber castigado repetidas veces á los beyes, cuya caprichosa y desatentada
administración era obstáculo insuperable al progreso y desarrollo de la pública riqueza, aniquiló
y puso término á su oposición por medio de un acto de fuerza de los más cruentos que registra
la historia. Invitóles á todos, en número de cuatrocientos ochenta, á una fiesta que tenia dis-
puesta para el dia l.° de mayo del año 1811 , en la ciudadela del Cairo; y atentos á su invitación,
después de haberse reunido en un punto previamente convenido, se dirigieron en vistosa
cabalgata al lugar de la cita, vestidos con sus mejores galas, ostentando sus armas más
preciosas y montando arrogantes corceles ricamente enjaezados. En cuanto hubieron penetrado