Page 41 - Novelas
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III.
EL ESPECTRO.
ea como quiera , ello es que al fin salió
del mundo de las ilusiones, y decidió
averiguar hasta qué punto era una rea-
lidad su opulencia, porque empezaba á temer
que al tocarla con sus manos, iba á desvanecer-
se como un fantasma. ¿Habría sido el esplendor
de su vida una vana apariencia? ¿Estaría todo
ello reducido al encanto de un sueño, del que era
preciso despertar? Aquellos salones suntuosos
enriquecidos por el lujo y por el arte ; aquellos
magníficos trenes que hacían temblar la tierra,
como el carro de Júpiter , al rodar por el empe-
drado de las calles; aquel manantial de oro que
continuamente brotaba de sus manos ¿no serían
,
más que bellas mentiras?.... Entonces, ¿qué po-
día ser verdad en el mundo?....
tomo vi. 3