Page 45 - Novelas
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MUNDO , DEMONIO Y CARNE. }J
rencia las molduras del techo). Hay que facilitar
la nota que se pide.
— La nota (murmuró). Es inútil.
— ¡ Inútil!.... ¿Por qué?
— Porque la liquidación no arroja más que
ceros.
— ; Ceros ! . — exclamó, clavando sus ar-
.
.
.
dientes miradas en las cuencas vacías del es-
pectro.
— Ceros — repitió éste como un eco.
,
— Es decir (preguntó): ¿estoy arruinado?
— Exacto — le contestó añadiendo un pliegue
,
,
más al fruncimiento habitual de su boca.
Elias se puso de pie, y dió un paso hacia su
administrador con todo el aire de una tempes-
tad; pero se detuvo, y cruzando los brazos, dijo:
— Y bien. ¿Podré yo saber cómo hasidoesto?
La respuesta del administrador fué extender
sobre la mesa una liquidación empedrada de nú-
meros , que aparecían encerrados en casillas , y
formados en columnas.
A los ojos de Elias el cuadro de aquella liqui-
dación tomó inmediatamente formas fantásticas.
Cada una de las cifras que tenía delante repre"
sentaba restos mortales de cantidades muertas;
cada guarismo era un cadáver que se levantaba
como evocado por un conjuro; cada casilla un
nicho ; los guarismos se convertían en letras , y
las letras formaban epitafios : «Aquí yacen treinta