Page 5 - COLOMBIA:
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para hacerse al canal interoceánico más importante del mundo, de que
haya participado en las guerras de Nicaragua, haya arrojado bombas
atómicas sobre ciudades japonesas, haya invadido Vietnam, haya
apoyado a los peores dictadores del Caribe y de Centroamérica, y haya
bombardeado a Bagdad, eso signifique que los norteamericanos
padecen de alguna monomanía agresiva irremediable.
Los historiadores vendrán en nuestro auxilio para explicarnos las
precisas condiciones históricas que llevaron a aquellas sociedades y a
sus gobiernos a participar en esas realidades escabrosas.
Colombia vive momentos dramáticos, pero quien menos le ayuda es
quien declara, por impaciencia, por desesperación o por mala fe, que
esas circunstancias son definitivas, o que obedecen a causas
ingobernables.
Más bien yo diría que lo que vivimos es el desencadenamiento de
numerosos problemas represados que nuestra sociedad nunca afrontó
Cuando una con valentía y con sensatez; y la historia no permite que las injusticias
sociedad no es desaparezcan por el hecho de que no las resolvamos.
capaz de realizar a
tiempo las reformas Cuando una sociedad no es capaz de realizar a tiempo las reformas que
que el orden social el orden social le exige para su continuidad, la historia las resuelve a su
le exige para su
continuidad, la manera, a veces con altísimos costos para todos.
historia las resuelve
a su manera, a Y lo cierto es que Colombia ha pospuesto demasiado tiempo la reflexión
veces con altísimos sobre su destino, la definición de su proyecto nacional, la decisión sobre
costos para todos. el lugar que quiere ocupar en el ámbito mundial; ha pospuesto
demasiado tiempo las reformas que reclamaron, uno tras otro, desde los
tiempos de la Independencia, los más destacados hijos de la nación.
Casi todos ellos fueron sacrificados por la mezquindad y por la codicia, y
hoy es larga y melancólica la lista de lúcidos y clarividentes colombianos
que soñaron un país grande y justo, un país afirmado en su territorio,
respetuoso de su diversidad, comprometido con un proyecto
verdaderamente democrático, capaz de ser digno de su riqueza y de su
singularidad, y que pagaron con su vida, con su soledad o con su exilio el
haber sido fieles a esos sueños.
Si hay algo que nadie ignora es que el país está en muy malas manos.
Quienes se dicen representantes de la voluntad nacional son para las
grandes mayorías de la población personas indignas de confianza, meros
negociantes, vividores que no se identifican con el país y que no buscan
su grandeza. Pero ello no es nuevo. Si algo caracterizó a nuestra
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