Page 6 - COLOMBIA:
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sociedad desde los tiempos de la Independencia, es que
sistemáticamente se frustró aquí la posibilidad de romper con los viejos
esquemas coloniales. Colombia siguió postrada en la veneración de
modelos culturales ilustres, siguió sintiéndose una provincia marginal de
la historia, siguió discriminando a sus indios y a sus negros,
avergonzándose de su complejidad racial, de su geografía, de su
naturaleza. Esto no fue una mera distracción, fue fruto del bloqueo de
quienes nunca estuvieron interesados en que esa labor se realizara.
Desde el comienzo hubo quien supo cuáles eran nuestros deberes si
queríamos construir una patria medianamente justa e impedir que a la
larga Colombia se convirtiera en el increíble nido de injusticias,
atrocidades y cinismos que ha llegado a ser.
No podríamos decir que fue por falta de perspectiva histórica que no
advertimos cuan importante es para una sociedad reconocerse en su
territorio, explorar su naturaleza, tomar conciencia de su composición
social y cultural, y desarrollar un proyecto que, sin confundirlos, agrupe a
sus nacionales en unas tareas comunes, en una empresa histórica
solidaria.
Siempre pienso en éso que no hicimos a tiempo cuando recuerdo
aquellos hermosos versos que leyó Robert Frost en la posesión de John
Kennedy, donde declara la clave del destino de los Estados Unidos;
cómo ese país que es históricamente nuestro contemporáneo cumplió
una tarea que aún nosotros no hemos cumplido:
Esta tierra fue nuestra
antes de ser nosotros de esta tierra.
Fue nuestra más de un siglo
antes de convertirnos en su gente.
Fue nuestra en Massachusetts, en Virginia,
pero éramos colonos de Inglaterra,
poseyendo unas cosas que aún no nos poseían,
poseídos de aquello que ya no poseíamos.
Algo que nos negábamos a dar gastaba nuestra fuerza,
hasta entender que ese algo fuimos nosotros mismos,
que no nos entregábamos al suelo en que vivíamos,
y desde aquel instante fue nuestra salvación el entregarnos.
La historia de Colombia es la historia de una prolongada postergación
de la única aventura digna de ser vivida, aquella por la cual los
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