Page 22 - El retrato de Dorian Gray (Edición sin censura)
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—Ahora no tendrás más remedio que presentarnos —exclamó, riendo,
lord Henry.
Basil Hallward se volvió hacia el sirviente, que permanecía de pie,
entrecerrando los ojos deslumbrado por el sol:
—Dígale al señor Gray que espere, Parker. Estaré allí en unos instantes.
—El hombre hizo una reverencia y se fue por el sendero.
Entonces él miró a lord Henry:
—Dorian Gray es mi más querido amigo —dijo—. Posee una naturaleza
sencilla y hermosa. Tu tía llevaba mucha razón en lo que dijo de él. No lo
estropees por mí. No intentes influenciarlo. La tuya sería una mala influencia.
El mundo es ancho y contiene muchas personas extraordinarias. No me
arrebates a la única que me hace la vida absolutamente maravillosa a mí y que
proporciona a mi arte cuanta maravilla y encanto posee. Recuerda, Harry, que
confío en ti.
Habló muy despacio, y las palabras parecieron salir de él casi contra su
voluntad.
—¡Qué tonterías estás diciendo! —dijo sonriendo lord Henry y, tomando
a Hallward del brazo, casi lo llevó hasta la casa.
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