Page 166 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          Encarnación Piérola tenía un sobrino, hijo de una hermana que vivía
          en Estados Unidos, se llamaba Pascual Pascutini Piérola, a sus 15
          abriles no había culminado ninguno de sus estudios. Su padre, Ro-
          berto Pascutini, era un argentino quien llegó a la Ciudad de los Ani-
          llos aproximadamente en 1963 cuando arribó como entrenador del
          equipo Independiente Alas de Santa Cruz de la Sierra. Se casó con
          la hermana de Encarnación Piérola y dos años después nació Pascual
          Pascutini, el hombre de las Tres Pe (Pascual Pascutini Piérola). Su
          padre se ufanaba de tener un sobrino que era ídolo del fútbol argen-
          tino, del equipo Rosario Central, José Pascutini. Por motivos de tra-
          bajo, la familia Pascutini-Piérola,  emigró a Argentina en 1970,
          cuando gobernaba el presidente Alejandro Lanusse.

          Tuvo un golpe de suerte la familia Pascutini a su arribo a Buenos
          Aires, un familiar cercano le consiguió un buen trabajo en el gobierno
          y desde esa fecha Roberto Pascutini accedió a importantes cargos en
          los gobiernos de Cámpora y Lastiri, y finalmente en los gobiernos
          de Juan Domingo Perón e Isabel Martínez Viuda de Perón, hasta el
          24 de marzo de 1976, cuando un golpe militar encumbró en el poder
          al coronel Jorge Rafael Videla.

          Pascual Pascutini Piérola no logró graduarse de bachiller por los
          constantes cambios en su conducta y sus malas compañías en Argen-
          tina. Abandonaba las escuelas y colegios. Luego, su situación se com-
          plicó más cuando su padre fue reportado como desaparecido durante
          la llamada “guerra sucia”, que fue un triste episodio por el asesinato
          y desaparición de miles de argentinos durante la dictadura militar y
          el Plan Cóndor. Las personas desaparecían a diario y no se sabía más
          de su paradero. Desaparecieron niños y niñas, mujeres embarazadas,
          sindicalistas, anarquistas, políticos de izquierda, etc.
          Era difícil la vida para los políticos de izquierda, porque los países
          vecinos estaban gobernados por regímenes dictatoriales. ¿A dónde
          huir? Latinoamérica era una cárcel sin murallas. Chile estaba gober-
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