Page 169 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
P. 169

La trágica noche de Santacruz                           159



            de colegio en colegio, de donde era expulsado, primero por no
            cumplir con las tareas, luego por discutir y golpear al profesor de
            educación física, luego por protagonizar riñas callejeras, por acoso
            constante a las alumnas, y finalmente, en un colegio privado le pu-
            sieron en su libreta escolar el sello rojo y lo condenaron para siem-
            pre, pues no podría estudiar en ningún colegio de Bolivia. Pascual
            Pascutini no trabajaba, salía a la calle, no pedía permiso a su tía,
            regresaba siempre borracho. Una noche llegó golpeado en el ros-
            tro, se supo que armó una reyerta en un salón de billar. Ese día se
            le acabó la paciencia a la tía, quien le advirtió por última vez: “Mi
            primo es propietario de una fábrica en el Parque Industrial, hablé
            con él y está de acuerdo para que trabajes en un buen cargo. Es lo
            último que hago por ti, tu madre sabe todo lo que sucede contigo,
            cabeza hueca”.

            -“No me gusta trabajar, pero vamos, intentaré hacer lo que pueda”,
            le contestó Tres PPP..

            Al día siguiente día, Pascual Pascutini se presentó a Industrias Plás-
            ticas Oriental S.A., su tío lejano habló poco con él. El cargo que le
            dieron era de auxiliar de gerencia y cobrador a los clientes, horario
            continuo desde las 7 de la mañana, el personal desayunaba y almor-
            zaba en la misma empresa.

            El Parque Industrial no le cautivó a “Tres PPP”, porque simple-
            mente él aborrecía el trabajo. El taxi que lo transportaba atravesaba
            manzana tras manzana, donde se alzaban industrias y fábricas. El
            Parque Industrial era el motor de la economía nacional, pero al
            hijo de Roberto Pascutini eso poco le importaba, por fin vio el le-
            trero Industrias Plásticas Oriental S.A., pagó la carrera al taxista
            y preguntó por su tío. Era la primera vez que comenzaría a trabajar,
            aprendería que la vida no es fácil y que hay que sudar la gota gorda
            para ganarse el pan de cada día.
   164   165   166   167   168   169   170   171   172   173   174