Page 42 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
P. 42

32                                 La trágica noche de Santacruz



          Euclides Santacruz no sabía que la valentía está asociada al valor,
          una persona es valiente cuando actúa con decisión y firmeza haciendo
          frente a sus miedos, inquietudes y dudas. Le faltaba mucho por apren-
          der de la vida, en su natal “El Paraíso Escondido” nunca escuchó
          estas frases. Un día escuchó lo siguiente en la Ciudad de los Anillos:
          El ideal de la valentía no es solo un control rígido del miedo, ni es
          una negación de la emoción. El ideal es juzgar una situación, aceptar
          la emoción como parte de la naturaleza humana y, esperamos, usar
          bien -hábitos desarrollados para confrontar el miedo- y permitir que
          la razón guíe nuestro comportamiento hacia una meta que valga la
          pena". En otra ocasión escuchó lo siguiente: “Un hombre pelea sus
          propias batallas con la ayuda de Dios. Un hombre hace la voluntad
          de Dios. Un hombre se compromete por su nación. Un hombre resiste
          al diablo. Un hombre sabe perdonar”. Euclides era un hombre emo-
          cionalmente inestable, recién él lo comprobó el día que Alejandra se
          alejó de él y se marchó a EE.UU. Él no sabía que este rasgo psicoló-
          gico está marcado por un fuerte componente biológico, y que define
          parte de la personalidad del individuo.

          El recuerdo que agobiaba el alma del diputado de Arenal, fue desde
          aquel día que leyó la carta de despedida de Alejandra. Él había nacido
          y había sido criado en un mundo ajeno a la maldad, a la perversidad
          y al pecado; ahora todas estas nuevas vicisitudes le resultaban per-
          versas, ajenas a su vida y a sus aspiraciones personales. Nada sabía
          del mundo exterior. Aquella vez se sintió confundido, no supo qué
          hacer. Padecía de inestabilidad emocional y punto.
          El sueño de Euclides fue el siguiente: soñó que él asistía a un mitin
          político en el barrio Los Chacos, estaban miles de partidarios de Are-
          nal y curiosos, fueron los años cuando la popularidad de la alcaldesa,
          Fátima Campos Melgar, crecía como espuma, era la primera vez que
          una autoridad edilicia cruceña recibía el apoyo de una ciudad que
          ella comenzó a convertirla en una urbe moderna y atractiva. Era can-
   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47