Page 13 - LIBRO BUENO

Tú serás

En el hotel nadie sabía sobre la nota, tan sólo que la entregó un mensajero
poco antes de que bajásemos al spa. El caso se complicaba muchísimo
necesitábamos poner en orden todo lo que sabíamos y pensar cómo actuar
desde ese momento.

Con todas las notas sobre la cama y el portátil abriendo fotos comencé a
analizar, en sólo cuatro días me había descubierto, cómo era posible. Alguien

algún modo? Más tarde pensaría en eso porque delante de mí en una de las
fotos que hice del Palio había algo que me paralizó: Una réplica de Juan en la
Última Cena de Leonardo, idéntico, un calco. ¿A caso estaba tramando algo el

visionando el cuadro todos los días?

Sabía cuál era nuestro siguiente paso, ir a Milán a ver el cuadro original,
seguro que habría allí alguna pista con la que seguir.

Ya en la cena en la terraza del hotel comenté con Mauricio mis pesquisas,
viajaríamos a Milán de compras y de paso visitaríamos Santa María delle
Grazie, allí en el refectorio estaba la pintura mural de da Vinci. Decidimos
relajarnos con las maravillosas vistas que se disfrutaban desde la terraza y
dejar la investigación para la mañana siguiente, resultaba agotador.

Las tiendas de Milán eran realmente un lujo, por algo era capital de la
moda; el cuadrilátero de la moda espectacular pero apto sólo para bolsillos
privilegiados. Más asequibles y pintorescas las tiendas de la Piazza del Duomo
donde nos entretuvimos comprando recuerdos.

Era ya nuestra hora de visitar el convento, llegamos diez minutos antes, el
grupo con el que íbamos a entrar era de lo más variopinto; algunos chinos, una
familia con dos niños, un par de bohemios con pinta de estudiantes de arte, un
grupito de señoras de la tercera edad y algún turista más como nosotros. Nos
acompañaría en la visita nuestra guía Nicoletta y de ella tendríamos que sacar
alguna información.

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