Page 36 - Libro Catecumeno
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• ¿Cómo presenta Pedro a Jesús?
                         • ¿Cómo ha actuado Dios, qué ha hecho en Jesús?

                  4. PROFUNDIZAMOS

                    Esto que estamos escuchando es lo más importante, lo principal
                  de la vida cristiana:
                  •  Ser cristianos/as no es cuestión de saber algunas cosas, de ha-
                     cer o no hacer otras.
                       Lo más importante, lo definitivo, es ENCONTRARSE CON
                        JESÚS, aquí, en este momento de mi vida. Y no es fantasía:
                        es una realidad que ocurre en el mundo de la fe. Jesús está
                        presente y nos busca.
                  •  Jesús sale a nuestro encuentro como fue a buscar a Pedro, a
                     Leví, a Juan, a Marta y a María; nos está buscando ahora, en
                     estas sesiones iniciales de catequesis, por la boca del catequista
                     y de otras personas;
                       Ahora, lo que interesa es abrirle el corazón; disponerse a
                        creer en él. Pedro dejó sus redes de pescador y se fue con
                        él; Marta y María lo invitaron a su casa…
                  •  Ahora te toca a ti: sacar lo mejor de ti mismo/a y disponerte a
                     la fe: abrirte al mundo de Dios, dejarlo entrar en tu vida, dejarte
                     sorprender por Jesús.
                  •  Y abrir el corazón a la esperanza,
                     porque él nos ama: nos tiende una
                     mano, nos levanta. Le gusta per-
                     donar, levantar a la gente; se goza
                     cuando sana y da vida.

                  5. PLEGARIA


                    Saboreamos por partes la invitación
                  que nos hace el papa Francisco:

                  •  Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte. …Sé que te mataron
                     de la forma más horrible, en una cruz; pero otra cosa es escuchar
                     que tú diste tu vida por mí, para salvarme. Y que lo hiciste porque
                     me amas, porque quieres lo mejor para mí. Jesús, ¡abre los ojos
                     de mi corazón, para que caiga en la cuenta y de cuánto me amas!



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