Page 92 - historia de españa
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INTRODUCCIÓN.
Sobre las ruinas de un país agotado y arrasado por la Guerra Civil, se construirá un nuevo
Estado caracterizado por la centralización absoluta del poder en la figura del general Franco, por la
represión y la persecución sistemática de cualquier oposición. A pesar del aparente inmovilismo
del régimen, éste fue adaptándose a las coyunturas internacionales con las que tuvo que convivir:
el alineamiento con los fascismos durante los primeros años de la II Guerra Mundial, una tibia
neutralidad al final de la misma, el aislamiento de la posguerra mundial, hasta que la guerra fría
entre el bloque occidental y el soviético permitió a la dictadura ser reconocida.
A partir de 1959 hay cambios en la política económica fundamentales para el desarrollo del
país, se abandonaba la autarquía por una economía liberal que favoreció un importante desarrollo
económico pero que no implicó cambios políticos, lo que significó la aparición de los primeros
síntomas de contestación al régimen en forma de protestas, huelgas, y manifestaciones. Pese a
todo el fin de la dictadura tuvo que esperar a la muerte del general Franco.
DESARROLLO
Fundamentos ideológicos y bases sociales del Franquismo. Un régimen totalitario.
La principal característica de este nuevo régimen político será la falta de Constitución y la
ausencia de libertades democráticas, se sustituyen por una serie de leyes dispersas, las Leyes
Fundamentales, que reconocían escasos derechos.
Franco controlaba todos los poderes y era jefe de los ejércitos (se proclamó generalísimo).
Aunque existieron Cortes, éstas estaban constituidas por procuradores afines al régimen, y solo
tenía función consultiva, ya que las leyes las aprobaba Franco.
Apoyos sociales, familias del régimen o grupos de influencia. La larga pervivencia del
régimen fue posible por el apoyo de importantes grupos sociales. El Ejército se encargó de la
seguridad del Estado y fue el principal pilar del régimen, numerosos militares ocuparon cargos
políticos importantes. La Iglesia Católica consideró que el régimen franquista estaba inspirado por
las doctrinas cristianas y que defendía los privilegios eclesiásticos, disfrutó de un enorme poder.
El régimen franquista se autodefinía como Nacionalcatólico (nacionalismo español más un
marcado catolicismo conservador). Sin embargo, la actitud de la Iglesia hacia el régimen fue
variando y en la última fase la Conferencia Episcopal se mostró favorable a un cambio democrático.
Los falangistas, defensores de un Estado Fascista, perdieron influencia tras la derrota del Eje en
1945, en favor de los grupos católicos, primero de Acción Católica y luego del Opus Dei.