Page 97 - Revista 4 completa_compressed_Neat
P. 97

La otra orilla













                                                             15




                                            Realmente ya es una casa
                                            pues aconteció en ella una muerte
                                            tramo del pie enlutado
                                            ausencia trascendida
                                            y en el recinto
                                            como hoguera la carne

                                            de febril finitud
                                            y aquella muerte no se agazapa
                                            más bien se levanta
                                            a una altura mayor que la casa
                                            porque lleva en sí otras muertes
                                              expansivas
                                                          entonces
                                            lleno de cortinas amarillas la casa
                                            hasta enceguecer las ventanas
                                            y sofocar a la muerte durmiente

                                            porque soy al filo de la indeseada
                                            el orate que le canta
                                            a su desértico paso
                                            el que la acicala
                                            con polvos nocturnos
                                            hasta simular unos ojos
                                            unos labios turgentes
                                            ya que necesito de su agonía

           96                               más que la muerte de su muerte
                                            verla reír de entre las sombras
                                            o desde su levante vacío
                                            y la despierto abruptamente
                                            de su eterno sueño
                                            para bailar con ella un tango de Troilo
                                            perdió mundo mas no casa
                                               la Parca
                                            y aunque no tengo sus párpados
                                                 de piedra
                                            ni el aliento de la noche
                                            que la sustenta
                                            me emparejo con esta
                                            levedad que deambula
                                               descalza
                                            bebiendo de su oceánica
                                                 sed
   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102