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¿Qué causa el trastorno por alimentación excesiva emocional?
Los trastornos emocionales por comer en exceso pueden ser difíciles y devastadores para
quienes los padecen. ¿Qué hace que esto suceda? ¿Por qué algunas personas, consciente o
inconscientemente, recurren a la comida en busca de consuelo? Aquí hay algunos
pensamientos e ideas sobre esas preguntas.
El trastorno por comer en exceso emocional es un término general que se refiere a cualquiera
de los diversos hábitos alimentarios en los que el hambre genuina no es el factor de
motivación. Es más común entre las mujeres que entre los hombres, pero los hombres no son
inmunes, especialmente los jóvenes entre la adolescencia y los veinte años. Quienes padecen
este trastorno asocian la comida con el bienestar emocional y recurrirán a la comida para
escapar de los sentimientos negativos.
Trauma pasado
Para algunas personas con trastorno por alimentación excesiva emocional, el problema
surge de eventos traumáticos pasados. Alguien que sufrió abuso sexual, por ejemplo, o algún
otro tipo de trauma sexual puede comer en exceso en respuesta a sentimientos de ansiedad y
confusión. El resultado es un cuerpo más gordo, lo que según algunas fuentes puede hacer
que quien lo padece se sienta "protegido" de ser atractivo para el sexo opuesto. Inconsciente o
conscientemente, la víctima quiere no ser atractiva. Otros ejemplos de traumas pasados o
necesidades insatisfechas pueden hacer que una persona recurra a comer en exceso
emocionalmente.
Mala autoimagen
Las personas que sufren de baja autoestima y una autoimagen negativa pueden buscar
escape comiendo en exceso. En cierto modo, comer en exceso emocionalmente es una
expresión física de lo que quien lo sufre siente por dentro, y el peso resultante proyecta la
misma imagen de falta de respeto hacia uno mismo.
Automedicación Al igual que los alcohólicos, aquellos que luchan contra el exceso de comida
emocional pueden estar usando inconscientemente la comida como droga. Comer adormece
o embota las emociones que de otro modo serían demasiado difíciles de afrontar.
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