Page 31 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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2.
YO
con los demás
La mayoría de las personas que tiene un problema en algún ámbito de
su vida también suele tener alguna relación personal problemática.
Y es que las relaciones personales son jodidas.
Entre que no me entiendo ni yo, que no sé expresarme y que
los dos tenemos nuestras mierdas, el milagro es entenderse.
A mí me gusta decir que relacionarse con otras personas es como
bailar. Hay algunas que se relacionan con nosotros como si bailaran a
nuestro son, y con las que todo es muy fácil, y también hay personas
que solo quieren bailar a su manera y que hasta nos chafan los pies al
bailar.
Todos hemos aprendido a relacionarnos con los demás según cómo
nuestros padres se relacionaron con nosotros. Es decir, ellos nos
enseñaron los pasos de baile. Por eso, si nos chafaban los pies al bailar
o nunca estaban dispuestos a bailar con nosotros, es posible que
pensemos que eso es lo normal y que actuemos así o que nos sintamos
atraídos por personas que actúen de la misma manera —aunque a
veces también nos atraen los que actúan de forma contraria—.
Pero no todo es culpa de nuestros padres; aparte de ellos, la