Page 33 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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QUIERO MI DROGA
Si te quieres tú, no necesitas tener pareja. Puedes disfrutar de
tu pareja, pero no la necesitas.
Víctor tiene treinta y un años. Eva, veintiocho. Llevan dos de
relación y viven juntos desde hace uno. Se conocieron en la
empresa y ambos comparten grupo de amigos del trabajo. Al
principio cada uno tenía los suyos y aficiones aparte, pero cada vez
han ido haciendo más cosas juntos y menos a solas o con otra
gente. Ha llegado un punto en el que sus amigos los llaman Vieva,
porque se han fusionado y nunca va el uno sin el otro. En casa se
faltan al respeto, discuten y se hacen reproches casi a diario, pero
después de un buen silencio castigador por parte de los dos y de no
gestionar absolutamente nada, echan un buen polvo y siguen hasta
la siguiente discusión, y tiro porque me toca. En los últimos meses
lo han dejado y vuelto siete veces, pero siguen pensando que
pueden estar bien juntos.
Las personas nos influimos y aprendemos unas de otras, tanto para
bien como para mal. Si ya de por sí cualquier relación humana es jodida,
si le añadimos intimidad, compromiso y sexo, apaga y vámonos.