Page 36 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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Que el cerebro necesite un tiempo para cambiar la imagen mental de
nuestro ex a solamente un amigo o conocido es natural. Al principio tal
vez duela, pero es un proceso que será más rápido y fácil si no estamos
mirando a todas horas sus stories de Instagram o wasapeándole a diario.
Si Víctor y Eva tienen claro que la relación no es sana y que lo
conveniente es terminarla, lo mejor sería sugerirles contacto cero entre
ellos durante al menos unos meses. Igual te parece un poco drástico,
pero te digo ya que el «podemos ser amigos» es un autoengaño
precioso. El contacto cero es la manera más rápida de dejar de idealizar
a la otra persona y dejarle al cerebro espacio de tiempo para recolocar
todo lo que ha ocurrido en nuestra cabecita.
Dependencia emocional
Si te pasas horas quejándote de tu pareja es que tienes
dependencia emocional.
Cuando Eva o Víctor dejan la relación es lógico que sientan algo
parecido a un «mono» o síndrome de abstinencia que les impulsa a
volver porque con la separación su cerebro ya no tiene su droguita.
Este malestar es perfectamente normal. Algunas personas lo
interpretan como que todavía tienen sentimientos por esa persona y no
tiene por qué ser necesariamente así —por algo es su ex—. Lo que
indica este malestar es que algo que nos producía placer ya no está.
Pero la dosis de placer que tanto echamos de menos estaba en nuestro
cerebro, no en nuestro ex.
A veces pensamos que el amor o la ilusión que sentimos son
únicamente a causa de lo que ocurre fuera de nosotros. ¿Te acuerdas de