Page 37 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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que el cerebro no percibe las cosas como son, sino que lo vemos todo a
través de nuestras interpretaciones? Pues ese enamoramiento o subidón
que sentimos depende de nosotros y de cómo vemos las cosas. Nuestra
mente nos está haciendo creer que nuestro ex idealizado es el único
capaz de hacernos sentir eso y no hay nada más alejado de la realidad.
Ese subidón lo podemos volver a sentir comiendo croquetas, viendo un
concierto, acariciando a nuestra mascota o pasando tiempo con otra
persona en el futuro; no necesitamos a nuestro ex.
El primer paso para que tanto Víctor como Eva se vuelvan a sentir
completos es reencontrarse con ellos mismos, y para eso les puede
venir muy bien volver a hacer planes solos, salir con amigos, nutrir su
cerebro, hacer cosas que les gusten o descubrir alguna nueva afición. Si
se dan valor a sí mismos y consiguen quererse, es más difícil que caigan
en otras relaciones de mierda en el futuro.
Falta de autoestima
Nadie te puede dar lo que no te das tú.
Crecer en ambientes en los que no nos sentimos importantes, válidos
o queridos puede hacer que desarrollemos una baja autoestima sin ni
siquiera ser conscientes de ello.
Víctor y Eva no tuvieron la suerte de criarse en espacios de cuidado,
seguridad y amor, y desarrollaron una idea de ellos no muy buena. Eso
les ha llevado a que sean muy exigentes consigo mismos y a que
piensen que no hacen nada bien y que nunca les van a querer por lo que
son.