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N O C I O N E S D E O F I C I O
de los personajes o que detallemos obligatoriamente el
sitio donde ocurrirá el suceso, se trata de controlar que
cada frase tenga los elementos necesarios para que el
lector no siga pistas falsas. Dar los elementos para que
la narración pueda avanzar hacia donde queremos di-
rigir la acción principal, el nodo conflictivo.
El cierre debe ser contundente, no alargarse en
conclusiones a modo de mensajes de autor o mora- En la novela, y siempre refiriéndonos a una es-
lejas sobre lo que ha pasado. Cerrar la narración en tructura básica, también hay una parte de presenta-
el momento preciso implica muchas veces quitar esas ción de los personajes y situaciones, en que se abren
oraciones en las que el propósito del autor sobre lo que las líneas del relato y se comienza a acercar al lector
debería “entender” el lector se hace evidente. Todo lo a ese mundo que se nos ha ocurrido mostrar, recor-
que puede expresar un cuento está en la escritura del tándolo de la inmensidad de mundos posibles. El cri-
cuento no en la intención que el autor haya tenido al terio de selección aquí es fundamental, pues hay que
narrarlo. saber que no por agregar mucha información voy a
conseguir mayor intensidad en los personajes, o voy
a hacer más vívida la historia. Por el contrario, parece
Un escritor necesita tres cosas: experiencia, haber una máxima tácita en narrativa: “menos es más”.
observación e imaginación. Cualesquiera dos de Cuanto más estricta sea la selección que hace el autor
ellas, y a veces una puede suplir la falta de las de los elementos necesarios para construir el universo
otras dos. En mi caso, una historia generalmente que quiere presentarle al lector, más se lucirá cada uno
comienza con una sola idea, un solo recuerdo de ellos, más peso tendrá en la recepción del lector, del
o una sola imagen mental. La composición de mismo modo que cuando uno comparte un viaje en
la historia es simplemente cuestión de trabajar tren, pongamos, junto a una persona que habla poco,
hasta el momento de explicar por qué ocurrió atiende a sus palabras con avidez, considerándolas
la historia o qué otras cosas hizo ocurrir a con- mucho más que en el caso de habernos sentado junto
tinuación. Un escritor trata de crear personas a un charlatán. En este caso, es probable incluso que,
creíbles en situaciones conmovedoras creíbles mientras la otra persona habla, uno pueda saltearse
de la manera más conmovedora que pueda. Ob- pasajes enteros de su conversación, con el fin de no
viamente, debe utilizar, como uno de sus instru- saturarse.
mentos, el ambiente que conoce. La selección la hace uno, cuando debería ser he-
cha por el que habla. Así puede llegar a reaccionar el
lector frente a un texto plagado de información in-
William Faulkner , entrevistado por Jean Stein - The Paris Review
necesaria. Y no hace falta decir que entonces, el tex-