Page 35 - LIBRO EN PDF RECUERDOS.wps
P. 35
hambre, y además era el encargado de ir por las
tortillas.
La señora sacó nuevamente su billete,--ahora si podrás
llevártelo-- No. Señora, apenas he armado 223 cajas,
aún me faltan 277 para poder aceptarlo.
¡Condenado muchacho! Esta bien, te esperó en la
tarde.
Pero estos chocolates ¿si los puedes aceptar? Claro
que sí, sonriente y satisfecho corrí rumbo a la
tortillería, donde ya me imaginaba el tremendo taco de
salsa de chile pasilla que me aguardaba con ansia.
Esa tarde no llegué a las 500 cajas, pero al siguiente
día temprano complete mi tarea y así fue como gané,
con mi esfuerzo, los primeros cinco pesos que le
entregué a mi mamá feliz, ella lloró mucho y me dijo:
Solo puedo aceptar la mitad y me regreso 2.50, me
besó y me dijo estas palabras proféticas: Hijo de mi
alma, jamás te faltará nada y Dios te socorrerá para
que puedas ayudar a mucha gente, quien te conozca
jamás te olvidará.
Trabajé todas mis vacaciones, gané mucho dinero, la
mitad para mi mamá. Un año después, nació el
primogénito de la señora Katie, lo bautizó con el
nombre de Guillermo. Su fábrica se llama ahora
“Fábrica de chicles y chocolates Billy”.