Page 9 - 5to Secundaria_Religion-75-90_Neat
P. 9
1.5. El cambio de ruta
Nos acercamos al final del relato. Los discípulos de Emaús, después de reconocer
a Jesús resucitado, pierden el miedo y se ponen en camino.
Se levantaron al instante, volvieron a Jerusalén y encontraron a los once con
los demás compañeros.
Lc 24, 33
— Los dos discípulos tienen prisa. Se han encontrado con Jesús, le han reco-
nocido y ante tal acontecimiento no pueden permanecer impasibles, quieren
compartir su experiencia con los otros discípulos.
— El cambio de planes. Ellos iban a Emaús, de vuelta a la vida normal tras la ex-
periencia de fracaso. Pero ahora todo ha cambiado. Llenos de alegría vuelven
a Jerusalén. Esta vuelta tiene como finalidad el encuentro con los once y otros
seguidores para compartir lo que han vivido.
Como puedes comprobar, los que se dispersaban, los que huían por el temor de lo
ocurrido a Jesús, se reúnen de nuevo tras la experiencia de la Resurrección. Y se
reúnen formando Iglesia, porque es en la Iglesia donde:
— Se realiza el encuentro con Jesús resucitado.
La Iglesia:
• Tiene como centro a Jesucristo.
• La forman todos los hombres y mujeres que quieren seguir a Jesús.
• Su ley es el mandamiento del amor que Él enseñó.
• Su finalidad es hacer crecer y ampliar cada vez más el Reino que Dios inauguró.
Zuccaro, Resurrección del Señor.
— Se hace presente Jesús en el mundo.
Otro dato importante de la experiencia de los primeros cristianos es que reconocen
a Jesús resucitado como Mesías-Cristo, Señor e Hijo de Dios. Te explicamos el
sentido que daban a cada uno de estos términos.
— Es el Mesías-Cristo. Mesías en hebreo y Cristo en griego significan ungido y,
en el Antiguo Testamento, se refieren a aquellos que han recibido la unción: el
rey, los sacerdotes y los profetas. En la historia de Israel surge la esperanza de
que Dios enviaría al Mesías, al Ungido por Dios, para establecer su reino y
salvar a la humanidad.
— Es el Señor. Es el nombre más habitual que utilizaban los judíos para dirigirse
a Dios.
— Es el Hijo de Dios, que lo era desde siempre, pero ahora se ha manifestado en
la íntima unión con Dios. Es una manera de indicar la relación única y eterna
de Jesús que lo une con Dios, su Padre.
Todos estos títulos reconocen la divinidad de Jesús.
El relato concluye diciendo:
Ellos por su parte contaron lo acaecido por el camino y cómo lo habían reconocido
al partir el pan.
Lc 24, 35
UQ