Page 74 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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36  NIGOLAS MAQUIAVELO

      todo cuanto necesitaba para su futuro engaño, organizó un
      banquete solemnísimo al que invitó a Giovanni Fogliani y
      a todos los ciudadanos importantes de Fermo. Acabadas las
      viandas y demás entretenimientos  usuales en este tipo de
      banquete, Oliverotto suscitó, a propósito, una discusión so-
      bre ciertos temas graves, hablando de la grandeza del Papa
      Alejandro y de su hijo César, y de las empresas de ambos.
      Como a tales razonamientos  Giovanni y los otros replica-
      ran, Oliverotto  se levantó de repente  diciendo que eran
      aquellas cosas para ser habladas en lugar más secreto, y se
      retiró a una habitación contigua, seguido por Giovanni y
      los otros ciudadanos.
        Apenas habían tomado asiento, cuando de distintos lu-
      gares secretos de la habitación salieron soldados que asesi-
      naron a Giovanni y a todos los demás. Después de este ho-
      micidio, Oliverotto montó a caballo, ocupó la ciudad y sitió
      el palacio del supremo magistrado, de tal manera que el
      miedo les obligó a obedecerle y a constituir  un gobierno
      del que se erigió en príncipe. Muertos aquellos que, por su
      descontento,  podían dañarle, se afianzó en el poder con
      nuevas instituciones civiles y militares, de forma que en el
      curso del año que ostentó el principado, no sólo estuvo se-
      guro en la ciudad de Fermo, sino que consiguió hacerse te-
      mer por todos sus vecinos.
        Y habría sido inexpugnable, como Agatocles, si no se hu-
      biera dejado engañar por César Borja cuando en Sinigaglia,
      como antes dijimos, apresó a los Orsini y a Vitelli; y allí,
      cautivo él también, un año después de cometido el parrici-
      dio>, fue estrangulado junto a Vitellozzo, que había sido su
      maestro en la virtud y en el crimen.
        Alguien podría extrañarse de que Agatocles, y algún otro
      parecido a él, luego de infinitas traiciones y crueldades, pu-
      diera vivir largo tiempo seguro en su patria, y defenderse
      de los enemigos exteriores sin que sus ciudadanos hubie-
      ran conspirado  nunca contra él; mientras  muchos otros,
      mediante  la crueldad, no han podido en tiempos de ~az

        l  Giovanni Fogliani no era el padre de Oliverotto, pero se había com-
      portado  como cal, de ahí que Maquiavelo use la  palabra parricidio.
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