Page 73 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCIPE   3 5

     adversidades, no se ve por qué s'e le deba juzgar inferior a
     cualquier otro excelentísimo capitán; pero en cambio su fe-
      roz e inhumana crueldad, así como sus innumerables mal-
     dades no consienten que sea celebrado entre los hombres
      más excelentes. No se puede, pues, atribuir a la fortuna o
      a la virtud lo que él consiguió sin la una ni la otra.
        En nuestros días, durante el papado de Alejandro VI, Oli-
      verotto de Fermo, huérfano de padre desde su niñez, fue
     criado por un cío materno,  llamado Giovanni Fogliani, y
      muy joven aún puesto a combatir bajo la enseña de Paulo
      Vicelli2,  para que bien formado en disciplina militar pu-
      diera llegar a conseguir un elevado grado en la milicia.
      Muerto Paulo, militó bajo las órdenes de Vitellozzo, su her-
      mano, y en brevísimo tiempo, por su ingenio, su fuerza fí-
      sica y su valor, se convirtió en el primer hombre de su mi-
      licia. Pero pareciéndole cosa servil el estar bajo las órdenes
      de otros, pensó, con la ayuda de algunos ciudadanos que es-
      timaban más la esclavitud que la libertad de su patria y con
      el favor vicellesco, ocupar Fermo; así pues, escribió a Gio-
      vanni Fogliani diciendo que eras largos años de ausencia de-
      seaba ahora regresar, para verle a él, visitar su ciudad, y en
      cierta manera reconocer la situación de su patrimonio;  y
      como que hasta entonces todas sus fatigas habían ido en-
      caminadas a adquirir honores, deseaba regresar para que
      sus conciudadanos pudieran ver que no había perdido el
      tiempo en vano, con coda la dignidad conveniente y acom-
      pañado por cien soldados a caballo, amigos y servidores su-
      yos; y le rogaba se dignara dar las órdenes pertinentes para
      que los ciudadanos de Fermo le recibieran debidamente;
      con lo que no sólo se honraría a Oliverotco sino también
      a él por ser su tío. No faltó pues Giovanni para con su so-
      brino a ninguno de los deberes de la hospitalidad, y ha-
      biéndole hecho recibir honrosamente por los ciudadanos de
      Fermo, le alojó en su propia casa: allí, pasados unos días,
      que le sirvieron a Oliverotto para preparar secretamente

        1   Paulo  Virelli  fue uno de los más famosos  «condottieri»  de la época.
      Comandante  de las tropas  florentinas  que acosaron  Siena,  fue ejecutado
      por sospechas  de traición  en octubre  de 1499.
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