Page 421 - Frankenstein
P. 421

me estaba vedada, una envidia incontrolable y una
   punzante indignación me atenazaron con la insacia-
   ble sed de la venganza. Recordé mi amenaza y decidí
   llevarla a cabo. Sabía que yo mismo me estaba prepa-
   rando una terrible tortura; pero me encontraba es-
   clavo, no dueño, de un impulso que detestaba, pero
   no podía desobedecer. Mas cuando ella murió, no
   experimenté ningún pesar. En lo inmenso de mi
   desesperación, había conseguido desechar todos mis
   sentimientos y ahogar todos mis escrúpulos. A partir
   de ahí, el mal se convirtió para mí en el bien. Llegado
   a este punto ya no tenía elección; adapté mi natura-
   leza al estado que había escogido voluntariamente. El
   cumplimiento de mi diabólico proyecto se convirtió
   en una pasión dominante. Y ahora se ha terminado,
   ¡ahí yace mi última víctima!
     Al principio la narración de sus sufrimientos me
   conmovió, pero cuando recordé lo que Frankenstein
   me había dicho respecto de su elocuencia y poder de
   persuasión, y vi ante mí el cuerpo inanimado de mi
   amigo, sentí cómo revivía en mí la indignación.
     ¡Miserable! ––grité––, ¿ahora vienes a lamentarte
   de la desolación que has creado? Lanzas una antor-
   416   417   418   419   420   421   422   423   424   425   426