Page 416 - Frankenstein
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rá esta sed de venganza. Desgraciado como es, debe
morir a fin de que no pueda hacer desgraciados a los
demás. La tarea de su destrucción me había sido
encomendada a mí, pero he fracasado. Empujado por
motivos egoístas e insanos, le pedí a usted que com-
pletara mi labor; ahora, empujado únicamente por la
razón y la virtud, se lo reitero.
»Sin embargo no puedo pedirle que renuncie a su
país y a sus amigos para llevar a cabo esta labor; y
ahora, que regresa a Inglaterra, tendrá pocas ocasio-
nes de encontrarse con él. Pero dejo en sus manos el
reflexionar sobre estos puntos, y el determinar lo que
usted considere que es su deber. La proximidad de la
muerte turba mis pensamientos y mi razón, y no me
atrevo a pedirle que haga lo que yo considero justo,
pues puedo estar cegado por la Pasión.
»Me inquieta el que siga con vida y sea un ins-
trumento de maldad; y sin embargo, esta hora, en la
que aguardo que cada instante me traiga la libera-
ción, es la única en la que durante muchos años he
sido feliz. Pasan ante mí los espíritus de aquellos a
los que tanto quise, y corro hacia ellos. ¡Adiós,
Walton! Busque la felicidad en la paz y, evite la am-