Page 306 - Frankenstein
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Capítulo 3


     Una noche me encontraba sentado en mi la-
   boratorio; el sol se había puesto, y la luna em-
   pezaba a asomar por entre las olas; no tenía
   suficiente luz para seguir trabajando y perma-
   necía ocioso, preguntándome si debía dar por
   terminada la jornada o, por el contrario, hacer
   un esfuerzo y continuar mi labor y acelerar así
   su final. Al meditar sobre esto, allí sentado, se
   me fueron ocurriendo otros pensamientos y me
   hicieron considerar las posibles consecuencias
   de mi obra. Tres años antes me encontraba ocu-
   pado en lo mismo, y había creado un diabólico
   ser cuya incomparable maldad me había des-
   trozado el corazón y llenado de amargos re-
   mordimientos. Y ahora estaba a punto de crear
   otro ser, una mujer, cuyas inclinaciones desco-
   nocía igualmente; podía incluso ser diez mil
   veces más diabólica que su pareja y disfrutar
   con el crimen por el puro placer de asesinar. El
   había jurado que abandonaría la vecindad de
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