Page 301 - Frankenstein
P. 301
corazón más aligerado y más de acuerdo con tu
estado de ánimo.
Henry trató de disuadirme; pero, al verme tan
decidido, dejó de insistir. Me rogó que le escri-
biera con frecuencia.
Preferiría ––dijo–– acompañarte en tus excur-
siones solitarias que quedarme con estos esco-
ceses a quienes apenas conozco. Apresúrate a
regresar, querido amigo, para que de nuevo me
sienta como en casa, cosa que me será imposi-
ble durante tu ausencia.
Despidiéndome de mi amigo, decidí buscar
algún apartado lugar de Escocia donde concluir
a solas mi labor. No tenía ninguna duda de que
el monstruo me seguía y de que, una vez hubie-
ra terminado mi obra, se me presentaría para
recibir a su compañera.
Tomada esta resolución, atravesé las tierras
altas del norte y elegí, como lugar de trabajo,
una de las islas Orcadas, que eran las más aleja-
das. Era éste un lugar idóneo para llevar a cabo
mi tarea, pues era poco más que una roca cuyos