Page 95 - Primer libro VIM
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24) Ese tiempo podría ser mejor invertido, si como humanidad dejamos de exigirnos unos a otros, como
si los demás no tuvieran su propia discapacidad y encima tuvieran que hacerse cargo de la nuestra. En
vez de eso, las PCD podemos cambiar de actitud y sabiendo que todos viven su propia discapacidad,
comprometernos unos con otros (chuecos parados y chuecos sentados) a trabajar juntos para diseñar
y crear modelos integrales, en los que realmente quepamos todos. Modelos que nos permitan escribir
una historia común de rehabilitación que satisfaga el anhelo de plenitud de cada ser humano y nos
conecten con ese proyecto de humanidad incluyente que, en el fondo, todas y todos anhelamos.
25) El Modelo VIM promueve valores que nos han devuelto la vida. No son valores que alguien haya
intentado derivar de algún texto filosófico, científico o religioso; son valores derivados de nuestra
experiencia auténticamente humana. A partir de ellos, hemos construido la singularidad de nuestro
modelo de rehabilitación; el cuál, a su vez, se hace infinitamente singular en cada persona con
discapacidad, que lo va diseñado a la medida de sus propias necesidades.
26) La estructura del Curso de Rehabilitación del Modelo Vida Independiente busca responder a estas
necesidades y a esta realidad. Está concebido literalmente para ser un punto de partida, intensivo; el
resto, es responsabilidad de la propia PCD. En ese punto hemos querido concentrar lo más fundamental
de nuestra experiencia y nuestra energía; no saturando sino impactando: los músculos, la movilidad, la
vida cotidiana, la voluntad, los paradigmas, los límites. De tal manera que logremos romper el caparazón
que envuelve y autolimita a la persona. Si hemos tenido éxito, la persona continuará por sí misma,
destrozando esos límites, su propio cascarón. Será capaz de nacer de nuevo. De ahí, le sigue un proceso
de acompañamiento hasta que la PCD anhela y logra integrarse a su propia vida.
27) El origen del Curso de Rehabilitación Vida Independiente México parte de una sencilla pregunta:
“¿por qué los demás no tienen lo que yo tengo?” La respuesta, requiere que seamos honestos y
genuinamente generosos: “Porque yo, no se los he dado y es mi voluntad hacerlo”. A partir de esa
conciencia, podemos ser creativos en beneficio de los demás: el curso es una forma de compartir
lo que en VIM hemos recibido.
28) De esa clase de empatía, ha surgido la filosofía Vida Independiente México, de ahí procede
también la conciencia de una silla y un cojín adecuados y la necesidad de no entregar sillas Vida
Independiente, si no ha habido un curso de por medio. Los ejercicios, de alguna manera, derivan
de esa misma empatía; por eso son notoriamente más integrales que los de muchos otros modelos
tradicionales de rehabilitación, pues han surgido de la experiencia de vida de los propios chuecos
para los mismos chuecos. Con un propósito muy claro: que la persona con discapacidad motora,
pueda dar su máximo esfuerzo y pueda superar sus propios límites; en una palabra, pueda alcanzar
su plenitud como ser humano.
29) La metodología de acompañamiento de pares, es una consecuencia natural de nuestra filosofía y
de esta empatía hacia las necesidades humanas más profundas de las PCD: por eso decimos que
los cursos son verdaderas escuelas itinerantes de integración social.
30) Lo que no se comparte, no se domina. Compartir no sólo es una acción generosa: es una respuesta
de supervivencia que no deja de beneficiarnos: cuando comparto, lo domino. O mejor aún: cuando
comparto lo hago más pleno en mí; cumplo mi propio anhelo de plenitud.
31) Así se va gestando el proceso de integración social: unos a otros compartimos lo que sí podemos
dar y recibimos lo que otros pueden darnos; en un proceso de amo infinito. Esta clase de amor,
necesariamente genera un liderazgo social: porque es inspirador y tiene clara su fuente y su razón
de ser en el mundo. No busca posiciones ni privilegios, porque va contra su propia naturaleza. Un
auténtico líder social, ha resuelto su huella de abandono y se mantiene “en forma” haciéndose
responsable todos los días de su discapacidad o sus múltiples discapacidades (la emocional, por
cierto, es prácticamente inevitable; habiendo nacido y crecido en el mundo en que vivimos).
32) El modelo VIM, como cualquier modelo integral, exige responsabilidad y resultados. Su eficacia y su
efectividad, ha sido probada por terapistas y otros profesionales de la atención a la discapacidad,
que han compartido con nosotros su implementación. Para mucho de ellos, ha representado una
diferencia significativa en su formación profesional.
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