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lentos. Tal como ya se ha explicado, el movimiento natural es
                     aquel que manifiestan los cinco elementos: aire, agua, tierra, fuego
                     y éter. El movimiento propio del éter, la sustancia de las esferas
                     celestes, es eterno y circular. El resto de los elementos manifiesta
                     un movimiento rectilíneo en sentido ascendente ( aire y fuego)  o
                     descendente (agua y tierra). El movimiento natural se explica en-
                     tonces por la tendencia interior de cada elemento a  ocupar su
                     lugar natural y restaurar el orden perdido de las cosas. Una vez
                     alcanzado su lugar, permanecen en reposo.
                         Los movimientos violentos, por el contrario, son aquellos que
                     se producen de forma no natural y alejan al cuerpo del lugar que
                     le es propio, como es el caso de una piedra ascendiendo al arro-
                     jarla con la mano. Como todo efecto tiene una causa, se deduce
                     que el movimiento violento siempre está ligado a la fuerza que lo
                     ha causado. Esta fuerza se ejerce siempre por contacto entre el
                     motor del movimiento y el cuerpo movido.  Para Aristóteles no
                     puede existir nada parecido a una acción a distancia. Sin embargo,
                     el movimiento de un proyectil parece desafiar la teoria aristotélica.
                     Cuando una piedra sale disparada de una mano, llega un momento
                     en que ya no hay contacto entre el motor y el objeto movido. La
                     cuestión, entonces, es la siguiente: ¿cómo se explica que el objeto
                     siga su trayectoria? Aristóteles se vio obligado a explicar dicho
                     movimiento argumentando que era el propio medio, el aire, el que
                     transmitía el movinuento al objeto: el motor inicial - la mano-
                     mueve el cuerpo lanzado y, además, las capas de aire que están a su
                     alrededor, de modo que son tales capas las que actúan corno nuevo
                     motor y transmiten el movimiento al objeto. Lo que conduce a la
                     paradójica conclusión de que el medio no solo actúa presentando
                     resistencia al movimiento, sino también como motor del mismo.
                         Aristóteles llegó  a  establecer una correlación entre incre-
                     mento de fuerza e incremento de velocidad. Expresado en nota-
                     ción actual, si Fes la fuerza y v la velocidad, entonces:

                                                Fcx:v,

                     es decir, Fes proporcional a v. Si se tiene en cuenta la resistencia
                     del medio, esta actúa también de forma inversamente proporcio-





          90         EL NACIMIENTO DE LA FÍSICA MODERNA
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