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Todos plantean como el mejor argumento el de los cuerpos graves
           que, cayendo de aniba abajo, llegan por una línea recta y perpendi-
           cular a la superficie de la Tierra. Lo que se considera un argumento
           irrefutable de que la Tierra está inmóvil. Porque si esta tuviese la
           rotación diurna, una torre desde cuya parte superior se deja caer una
           piedra, al ser transportada por la rotación de la Tierra, en el tiempo
           que la piedra tarda en caer, recorrería muchos cientos de brazas
           hacia oriente, y la piedra debería caer a tierra lejos de la base de la
           torre en un espacio correspondiente.

           Aunque los aristotélicos estaban convencidos de que este ex-
       perimento era concluyente, Galileo pudo desenmascarar su error
       mediante el principio de inercia. Según este principio, se observa-
       ría lo mismo en una Tierra en movimiento que en una Tierra inmó-
       vil, tal como se verá a continuación.
           En esa misma obra, Galileo expone un segundo argumento
       contra la idea de la rotación terrestre, esta vez en boca del repre-
       sentante aristotélico Simplicio:


           [ .. . ] sostengo que si la Tierra se moviera, las piedras, los elefantes,
           las torres y las ciudades necesariamente volarían hacia los cielos.
           Y como esto no sucede, declaro que la Tierra no se mueve.

           Se trata de una experiencia que seguramente hubieron ex-
       perimentado los coetáneos de Galileo con frecuencia:  al girar
       en rotación, una fuerza ficticia parece impulsarnos hacia el ex-
       terior. En este argumento hay implícita la fuerza centrífuga,
       sobre la que Galileo no pudo dar una contraargumentación con-
       vincente.



       LA  EQUIVALENCIA  DE MOVIMIENTO Y REPOSO

       En un famoso pasaje de los Diálogos, Galileo propone subirse a
       un barco en un mar en calma y observar atentamente los movi-
       mientos de moscas y gotas de agua. Expone la situación de la si-
       guiente manera:






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