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Encerraos con un amigo en la cabina principal bajo la cubierta de
                          un barco grande, y llevad con vosotros moscas, mariposas y otros
                          pequeños animales voladores [ ... ] colgad una botella que se vacíe
                          gota a gota en un amplio recipiente colocado por debajo de la misma
                          [ ... ] haced que el barco vaya con la velocidad que queráis, siempre
                          que el movimiento sea uniforme y no haya fluctuaciones en un sen-
                         tido u otro.  [ ... ] Las gotas caerán [ .. . ] en el recipiente inferior sin
                          desviarse a la popa, aunque el barco haya avanzado mientras las







                DE LA RELATIVIDAD GALILEANA A  LA RELATIVIDAD DE EINSTEIN

                Los principios de Galileo se  utilizan en la actualidad para tratar toda clase de
                problemas. Por ejemplo, supongamos que una persona viaja en un tren que
                va a velocidad constante y se  encuentra sentada a una distancia x  del inicio
                del vagón. Si un observador desde una estación desea determinar la posición
                de la persona (x') tomando como referencia dicha estación, entonces tendrá
                que usar el  llamado principio de transformación ga/ileano, en el que se requie-
                re  saber la  velocidad del tren (v) y el  tiempo transcurrido desde que el tren
                pasó por la estación (t):
                                         x'=x+vx·t.
                Para calcular las velocidades en sistemas de referencia distintos, se aplica una
                simple operación de adición. Como se observa en la figura, si un avión avanza
                sobre la  cubierta de un portaaviones en  movimiento, el  aparato tendría una
                velocidad  VA  respecto al  buque, pero respecto a un observador externo que
                estuviera, por ejemplo, en  una barca anclada, la  velocidad del avión tendría
                que sumarse a la del portaaviones ( V= VP + VA),  en el  caso de que ambos se
                movieran en  la  misma dirección y en el  mismo sentido.
                A la velocidad de la  luz
                El  principio de adic ión  de veloc idades  es  vá lido  ap li cado a  objetos que
                circulan a poca velocidad. Pero Einstein se dio cuenta de que era una ope-
                ración incorrecta al aplicarla a objetos que se mueven a velocidades próxi-
                mas a la  velocidad de la  luz (e = 300 000 km/s). La  velocidad de la  luz es
                un límite de la  naturaleza, de modo que en  ningún caso la  ad ición de velo-
                cidades puede superar este va lor. Además, la  velocidad de la  luz ha de ser
                igual  para  cualquier observador o  sistema de referencia.  Un rayo de luz









          96         EL NACIMIENTO DE LA FÍSICA MODERNA
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