Page 147 - 18 Godel
P. 147

y quien había hecho los contactos para que fuese incorporado al
        Instituto de Estudios Avanzados; poco después, la responsabili-
        dad de compartir el cuidado de  Godel pasó a manos de Albert
        Einstein.  La amistad entre ambos (que se profundizó especial-
        mente a partir de 1942) fue una etapa de relativa calma para Godel;
        los paseos que hacían juntos eran, podría decirse, terapéuticos
        para él y aunque las excentricidades no desaparecieron del todo,
        se atenuaron de manera notable. Es de comprender, entonces, que
        la muerte de Einstein en 1955 fuera un duro golpe para Godel y
        que marcara un recrudecimiento de su hipocondría y su paranoia.
        Fue en realidad el inicio de un camino descendente que ya nunca
        se detuvo, a pesar de que Oskar Morgenstem, otro de los amigos
        de Gódel en Princeton, tomara el lugar de Einstein en el intento de
        ayudar a Adele a cuidarlo.


                      «Parece claro que la fecundidad de sus ideas seguirá
                estimulando nuevos trabajos. A pocos matemáticos se les
                                        concede este tipo de inmortalidad.»
                           -  ÜBITUARIO  QUE  LE  DEDICÓ  A  GODEL  EL  DIARIO  THE  TIMES  DE  LONDRES.

            Su enfermedad mental fue empeorando y hacia mediados de
        la década de 1970 derivó en un delirio persecutorio; Godel vivía
        obsesionado con la idea de que querían envenenarlo. Las únicas
        personas en las que confiaba eran Adele y Morgenstem, y la ver-
        dad es que se negaba absolutamente a comer a menos que Adele
        probara antes los alimentos.
            Oskar Morgenstem falleció el 26 de julio de 1977, poco des-
        pués Adele tuvo que ser hospitalizada durante seis meses por di-
        versos problemas de salud y Godel,  que se quedó solo con sus
        miedos  y  sus  obsesiones,  prácticamente  dejó  de  comer.  Su
        cuerpo, de por sí no muy fuerte, se debilitó rápido por la inani-
        ción. Como consecuencia de todo esto, Gódel tuvo que ser inter-
        nado en el hospital de Princeton, donde falleció la tarde del 14 de
        enero de 1978.  El certificado de defunción indicó como causa
        de muerte «malnutrición e inanición provocados por problemas
        personales».





                                      LAS CONSECUENCIAS DEL TRABAJO DE GÓDEL   14 7
   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152